Castellón
El colectivo de Castelló Sense Soroll denuncia que cuando cierran los locales de Santa Clara «la gente se traslada a las calles de alrededor»
Las Provincias - 14.04.11 - ALEJANDRO MARTÍ | CASTELLÓN.
La persecución al ruido sigue en pie y, desde principios de año, con nuevos elementos a valorar. Y es que desde que se puso en marcha la Ley Antitabaco el número de quejas por ruido en las calles (la gente sale de los locales para fumar un cigarrillo) se ha disparado; tanto que se contrarresta el efecto balsámico de la declaración de zona ZAS (Zona Acústicamente Saturada) en los alrededores de las tascas de Santa Clara.
Tal y como manifestaban ayer desde la asociación Castelló Sense Soroll, la puesta en marcha de ZAS en el centro de la capital simplemente ha hecho «que el problema se traslade a otras calles de la ciudad» ya que, cuando cierran los locales ubicados en el nudo de callejuelas que unen Mayor con Santa Clara, «la gente se traslada a otros viales, como Campoamor y el problema persiste», señalaba. No obstante, en estas zonas sí se ha conseguido que «cuando son las 12 de la madrugada no haya personas en la calle» reunidas en torno a una cerveza ya que «enseguida llega la policía para hacerles cumplir con la norma».
Pese a todo, la disminución de ruidos ha sido positiva, según el colectivo, pese a que al final no vayan a instalarse toldos que frenen el impacto del sonido, como estaba planteado en un principio. «Ahora, al menos los vecinos que vivían encima de las calles de las tascas a partir de cierta hora pueden dormir, aunque se haya trasladado el problema», señalaba.
De hecho, tal y como reconocían desde el colectivo, la gran mayoría de locales del centro han apostado por sacar terrazas para que los clientes fumen mientras consumen, lo que afecta al aumento del ruido en determinadas zonas de la ciudad. Además, otros han decidido poner una pequeña barra para sortear los problemas que han surgido por la aplicación de la norma antihumos.
Pese a todo, Castelló Sense Soroll considera que «se ha logrado que a las 12.00 de la noche todo el mundo está fuera y que enseguida quede limpio». Pero los vecinos de la zona siguen considerando que se debe prohibir beber en la vía pública como una de las soluciones a los ruidos, «tal y como marca la ordenanza de convivencia».
Otro cantar son los problemas que hay en la zona de Lagasca, epicentro de los locales de fiesta, ya que si bien las discotecas y pubs están bien insonorizados, el problema viene, tal y como explicaba Pedro Monfort, «del ruido que hace la gente cuando sale a las 7.00 de la mañana de las salas», así como los destrozos que hay en estas calles.
Por último, otra de las zonas 'calientes' de la contaminación acústica es la parte del complejo de ocio Costa Azahar del Grao, donde «hay denuncias de particulares» porque se superan los decibelios permitidos en los locales de ocio.
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