El sonómetro desborda los límites saludables en la calle Quart de Valencia
S. SALEH / M. COMES - Valencia – El País CV - 30/08/2010
Ocho restaurantes, tres tiendas de ropa, dos gimnasios, dos tiendas de bebidas y alimentos, dos discotecas, una inmobiliaria, una librería, una autoescuela y una farmacia. Hasta aquí todo normal, una calle como otra cualquiera, si no fuera porque según el estudio sonométrico que se realizó entre mayo y septiembre en el barrio del Carmen de Valencia, esta calle, la de Quart, es la vía más ruidosa del barrio.
Tráfico rodado en la calle Quart, en el centro histórico de Valencia, la madrugada de ayer.- SANTIAGO CARREGUÍ
"Deberían cerrar los locales que no tengan todo en orden para dar ejemplo"
La concejal socialista, Carmina del Río, afirmó el pasado miércoles que la calle superó los 65 decibelios, límite que fija la Organización Mundial de la Salud, entre el 21 de mayo y el 3 de septiembre de 2009, los 96 días en que se realizó el seguimiento.
El Ayuntamiento de Valencia acordó el pasado 30 de julio declarar el barrio Zona Acústicamente Saturada (ZAS), nueve meses después de que el juzgado número cuatro de Valencia obligara al equipo de gobierno local a finalizar los trámites para hacer efectiva la declaración en este barrio de Ciutat Vella.
Concretamente, los vecinos que residen en la calle Quart aseguran que dormir es una cuenta pendiente desde hace años y que el ruido comienza desde las diez de la noche y se prolonga hasta la madrugada.
Acusan a las aglomeraciones de gente frente a los locales de ocio nocturno y exculpan al tráfico. Hasta hace unos meses un sonómetro daba cuenta de los altos niveles de ruido que soportan los vecinos pero después lo retiraron sin previo aviso.
Del Río explicó que el tráfico rodado en esa calle, principal salida de El Carmen, es lo único que podría justificar registros por encima de los 60 decibelios a cualquier hora de la noche, siete días a la semana y dice que habrá que esperar a que se aplique la restricción del tráfico a no residentes entre las 22.00 y las 8.00, una de las medidas incluidas en la ZAS, para comprobar la incidencia del tráfico en los niveles de ruido.
Otra de las medidas cautelares previstas que se pondrán en marcha a partir de septiembre será no conceder nuevas licencias para bares y tiendas de conveniencia. Pero mientras la declaración no se publique en el Diario Oficial de la Comunidad Valenciana, las medidas no serán efectivas. De momento, en la calle Quart ya se han concedido dos nuevas licencias para una hamburguesería y una tienda de conveniencia.Aún así, los vecinos dicen que la calle de Quart no es la única acústicamente saturada, sino que desde las calles de Bolseria, Quart y Caballeros se abre un abanico de gritos, canciones y motores de coche que desembocan en la plaza del Tossal para seguir creando un pasadizo de sonidos que los vecinos apenas son capaces de resistir.
"No es la fiesta, es el jaleo lo que molesta", dice una vecina que pasea a media mañana por la calle del Pintor Zariñena. Pero al final sentencia que a ella le gusta vivir en El Carme "porque está vivo". Y es que descanso y ocio son compatibles.
Dos amigos, también vecinos de la zona, hablan cerca de la plaza del Tossal, ambos dicen que el problema es "la desidia municipal" y que la policía está, pero "no hace nada". No están descontentos con la vida del barrio, sino con la manera en la que el Ayuntamiento de Valencia hace "oídos sordos" a las quejas y denuncias de los que allí viven y afirman que la calle de Quart es de las más ruidosas, porque actúa de embudo hacia Guillem de Castro. Aún así, comentan que la plaza del Tossal es "el verdadero epicentro" de Ciutat Vella. Ellos llevan 30 años viviendo en El Carme y es ahora cuando están pensando que "es el momento de irse", como otros tantos vecinos deciden abandonarlo cada semana debido a la incapacidad de descansar por las noches.
Toni Cassola, presidente de la asociación Amics del Carme, pretende hacer del barrio un lugar agradable para vivir y no "una gran barra de bar". Cassola expresó, además, su indignación hacia el olor que desprende la calle de Quart que parece "un meadero municipal". Aún así, para él esta calle no es la más ruidosa y se refiere a la plaza del Árbol como una de las peores del barrio a nivel acústico.
Lo que realmente molesta a los vecinos es que no se cumplan las normas cívicas necesarias para la convivencia y una de las más importantes sería, según el presidente de Amics del Carme, el cierre de locales que no cumplen los requisitos.
Otro vecino Juan Manuel García está de acuerdo con estas declaraciones: "No deberían poner multas a locales que no lo tengan todo en orden, deberían cerrarlos directamente para dar ejemplo", dice.
Según Cassola, no existe una confrontación entre vecinos y hosteleros. En general, todos están de acuerdo: las terrazas y los locales dan vida. De hecho 400 vecinos han firmado a favor de las terrazas y locales en el barrio, según un portavoz de la patronal de hostelería. Una de las vecinas de la plaza del conde de Carlet recuerda que hace años la gente no se atrevía "ni a bajar a tirar la basura" y ahora, con los comercios, ha cambiado, aunque la delincuencia en esas calles todavía es latente y hay una falta de seguridad ciudadana".
A las cuatro de la mañana todavía hay vida en la plaza del Tossal, la gente se va moviendo y se desperdiga por las calles. Hablan, aunque todo parece más o menos tranquilo. Y la policía está de guardia, por si acaso, sin actuar.
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