NUEVO: REVISION 2013 MAPA RUIDOS CASTELLON

Está a exposición pública la revisión del plan acústico municipal de 2007. Consulta los documentos pinchando en este enlace.

domingo, 23 de noviembre de 2008

La fiesta a palos

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REPORTAJE
La fiesta a palos
La seguridad en las discotecas valencianas incorpora aficionados violentos que son contratados por horas y que no suelen pagar sus excesos
JOAN M. OLEAQUE - Valencia - 23/11/2008  - El País CV

Agustín Martínez, un joven que no resulta más agresivo que Gandhi, salió hace un tiempo de una discoteca de Gandia junto a un colega y se apoyó en un BMW que tenía los cristales tintados de negro. Del asiento del copiloto salió una chica y les dijo: "Os vais a enterar". Habló con los porteros del local, y uno de ellos se lanzó sobre Agustín. Empezó a puñetazos y le dio con un walkie-talkie en la cabeza hasta convertirle en un hematoma humano. ¿Hubo juicio? "No acudí". "El abogado me dijo que iba a ser un juicio de faltas".


Ya no sale por la noche. Así se evita más malos tragos. Como acudir a un club y darse cuenta de que los miembros de seguridad son neonazis. Como advertir que supuestos vigilantes se enzarzan en una pelea múltiple entre ellos mismos, cosa que sucedió este verano a 20 kilómetros de Valencia. O como morir a causa de una paliza de porteros con antecedentes penales, que es lo que le pasó en Madrid la semana pasada al hoy simbólico Álvaro Ussía, de 18 años. Este episodio delirante ha servido para que se ponga los ojos en la peor parte de la vigilancia de las discotecas. "Muchos clubes contratan uno o dos vigilantes de seguridad, y luego tienen gente de paisano con pinganillo en la oreja", explica C.P, portero de discoteca con larga experiencia. "Cuando hay pelea, el personal de paisano pega". "Luego tira el pinganillo y se hace pasar por cliente", confiesa. Ese personal extra no consta en ninguna parte, y cuando se celebra juicio, no se le encuentra.

En la Comunidad Valenciana cuando estos problemas del ocio estallan, hacen daño. En Castellón las grandes discotecas y clubes de alterne tienen seguridad ligada a los países del Este. La mayoría son especialistas en boxeo. Los chiringuitos de la playa, informa María Fabra, son sensibles a que se produzca algún tipo de agresión. Tanto en Castellón como en Burriana, las broncas son reconocidas. También se registran altercados en macro-discotecas: una chica de 21 años recuerda que uno de seguridad la sacó recientemente "por el cuello" de una. Y muchos problemas graves se dan en los aparcamientos.

En la provincia de Alicante, informa Rebeca Llorente, los locales que acumulan mayor número de denuncias contra porteros están en La Vega Baja. La Guardia Civil indica que Central Rock (Almoradí), Barlovento (en Formentera del Segura), K.K.O y Tirachinas (ambos en Torrevieja) son los locales más conflictivos en actuaciones irregulares de su plantilla de seguridad. Los agentes apuntan que Central Rock reúne casi tres denuncias mensuales de clientes, mientras que las dos de Torrevieja registran hasta dos denuncias semanales por supuestos delitos de lesiones (aunque no graves). En este último caso, continúan, la seguridad está integrada por rusos y kosovares con relación contractual "de palabra". Manuel Martínez, de la Asociación Unificada de Guardias Civiles en Alicante, indica que, en ese ambiente, la actuación contundente "da caché".

En Valencia la seguridad está en manos autóctonas y de empresas identificadas. Lydia Garrido informa que la mayoría de expedientes, denuncias y sanciones que se han presentado contra discotecas y locales de ocio en toda la Comunidad Valenciana responden a irregularidades de tipo administrativo presentadas por policías locales o inspección de la consejería de Gobernación. Le siguen los presentados por vecinos por ruido e incumplimiento en la hora de cierre. Gobernación impuso entre el 1 de enero y el 31 de agosto de este año 1.217 sanciones a locales de ocio. De ellas, 61 son muy graves y 1.156 graves. Alicante recibió 695 sanciones graves, Castellón 281 y Valencia 180. De las muy graves, Alicante padeció 28, Castellón 8 y Valencia 285. De las sanciones graves, 574 fueron por incumplimiento del horario de apertura y cierre; 134 por no tener seguro; y 114 por celebrar espectáculos sin licencia o autorización.

Además, 93 locales acabaron sancionados por usar instalaciones sin contar con autorización. Y hasta 57 establecimientos fueron multados por vender alcohol a menores. La inspección policial y administrativa ha desembocado en sanción por incumplimiento de medidas de seguridad y sanitarias en 68 ocasiones y 37 más fueron sancionados por dedicarse a una actividad que no era aquella por la que se les concedió licencia. Las sanciones van desde los 600 euros de multa por infracciones leves a los 600.000 por las muy graves.

El cierre de una discoteca no es automático, la ley prevé una sucesión de recursos que eterniza la ejecución. Y es más difícil cuando se trata de la comisión de delitos en esos establecimientos o en sus alrededores. En el caso de Valencia, si bien el número de incidentes decrece, se localiza en discotecas que están fuera de la capital.

Según la Federación de Hostelería de Valencia, el artículo 53 del Reglamento General de Policía de espectáculos públicos y actividades recreativas está vigente y establece que debe haber vigilancia reglada a partir de un aforo de 100 personas. "Muchos de los seguridad más jóvenes toman esteroides te vienen de gimnasios y buscan sobresueldo con esto o lo que sea", añade el seguridad C.P. Hace escasos días cayó en Cataluña una red de porteros que extorsionaba a morosos. "Es una humillación que se considere gorilas a los profesionales que intentan hacerlo bien", explica M.M, un treintañero que trabajó largo tiempo de portero en el barrio del Carmen. "Pero se necesitan cámaras que filmen todo lo que suceda", insiste, "para que se sepa cómo actúa cada cuál".

Medidas inaplazables

La ley impide la violencia incluso a los vigilantes reglados, que sólo pueden retener y avisar a la policía. Mucho más a los auxiliares o al personal de paisano, que sólo puede poner cuños o vigilar la salida. Sin embargo, los vigilantes, que cobran unos 900 euros de una determinada empresa de seguridad, salen más caros a las discotecas que aquellos de paisano que cobran por horas. Éstos ganan entre 320 y 800 euros al mes trabajando únicamente el fin de semana, algo que atrae mucho.

La Federación de Hostelería lleva tiempo en negociación con la administración valenciana para regular legalmente la seguridad y la figura de los porteros. Su portavoz, Vicente Pizcueta, indica que "demandamos un censo de este tipo de trabajadores, que pasen por formación y test psicotécnicos". Y que carezcan de antecedentes penales. Algo que ya se les exige a los vigilantes de seguridad uniformados. La semana pasada, según Pizcueta, se mantuvo la última de estas reuniones. Después del escándalo de Madrid, el Consell se ha apresurado a decir que implantará un test psicológico para la selección de porteros. Hoy día, virtualmente, no se exige nada a los que ejercen la seguridad de paisano, que no son más que servicio de admisión. Un letrado especialista en juicios que afectan a discotecas indica a su vez que el problema para el personal de seguridad llega cuando se pasa de falta a delito. "Entonces hablamos de cárcel", indica. "La rotura de dientes, por ejemplo, se considera amputación, y es delito". "Una cabeza abierta, también", añade. "Todo aquello que implica intervención quirúrgica lo es", insiste. "Pero un chaval puede acabar lleno de hematomas y conseguir sólo un juicio de faltas", revela.

El soroll que calla els drets

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El Mundo - CATALUNYA
Sábado, 2 de septiembre de 2000


TRIBUNA / CONTAMINACIO ACUSTICA
LLUIS GALLARDO

El soroll que calla els drets


L'autor defensa que la resolució de la polèmica de la contaminació acústica passa per fer compatibles ambdós grups de drets: els dels qui es diverteixen i els dels qui descansen
Darrerament, i sobretot en època estiuenca, es poden llegir en les seccions de Cartes del Lector i al Director les preocupades manifestacions de persones que comproven com malauradament han de suportar el soroll aliè. La queixa ve motivada per la sensació de malestar que provoca no gaudir de tranquil·litat i descans al propi habitatge i té la finalitat d exposar-ho públicament tot esperant la solució del veritable problema que suposa la contaminació acústica. A aquests escrits subjaceix la paulatina presa de conscienciació ciutadana vers els destorbs i perjudicis que ocasiona el soroll a la salut i a la nostra integritat jurídica.

Fonamentalment, les problemàtiques que s exposen sorgeixen d una col·lisió de drets: el del lleure i divertiment, juntament amb el de llibertat d empresa i treball, i els drets al descans (universal, segons la Declaració de 1948), a la salut i els fonamentals a la intimitat i a la inviolabilitat del domicili (article 18 de la Constitució espanyola i 8è del Conveni de Roma de 1950). L exemple sempre és recurrent: la típica terrassa d estiu, gestionada per un eficient i imparable empresari, que omple el temps lliure dels seus usuaris i consumidors, i també omple de soroll -generalment nocturn- els habitatges colindants i naturalment els que tingui al damunt.

La solució, tan esperada pels amoïnats lectors/es i tan desitjada per tothom, passa per fer compatibles ambdós grups de drets (el del divertiment i el del descans). Almenys això és el que hem deduït del conjunt de polítiques públiques que porten a terme els diversos organismes públics competents a l efecte i del que els seus responsables expliciten en comunicats als mitjans de comunicació o en les justificacions al desenvolupament de les polítiques. La fal·làcia que conté aquesta pretesa compatibilitat mereix ser contestada des d un altre punt de vista: el dels afectats pel soroll, ja que, curiosament, els que l ocasionen o el promouen no estan sotmesos al mateix... per algun motiu no estan, tampoc, conscienciats.

Des de l Associació Catalana Contra la Contaminació Acústica (ACCCA) i la Plataforma Cívica Contra el Soroll Nocturn defensem una altra posició: entre dos drets (el del lleure i el de la tranquil·litat) tan antagònics entre si no pot haver-hi compatibilitat, almenys de la manera com s entén i exercita el divertiment: bulliciós, estrident, sense contemplar els dels altres; o el del lucre empresarial: com únic i, quan no, com el principal. La compatibilitat hauria de fer-se passar per una reformulació del lleure, el divertiment i de determinades formes de treball.

Així les coses, no pot haver-hi, com dèiem, coexistència compatible. El que es constata, i així ho comprovem a l ACCCA des de la seva fundació, és un desequilibri entre els dos plats d una balança: quan baixa del divertiment d uns, puja el del descans dels altres. Es a dir, quan uns fan el que volen (perquè així és la seva «llibertat»), els altres, precisament, han de deixar de fer el que desitgen o necessiten. En aquesta situació no pot donar-se ni compatibilitat ni equilibri, sinó exercici per uns i renúncia obligada per altres.

La solució, ara per ara, hauria de ser la resposta a la valoració de quin d ambdós drets és més important: el lleure i la llibertat d empresa o la intimitat i el descans. La balança, igualment, en aquests termes s ha de continuar decantant cap un dels dos fets: la protecció de la intimitat i el descans, que no són i no volen dir altra cosa que fer a casa de cadascú/na el que es desitgi o necessiti i no haver de suportar imposicions, coaccions, i expropiacions dels nostres drets dintre dels nostres domicilis. Si això mateix ha de significar el sacrifici i renúncia a determinats aspectes del divertiment i del lucre mercantil com, per exemple, la limitació d horaris nocturns, la limitació d atorgament de llicències, la prohibició de modificacions de locals, de traspassos, etc., benvinguts siguin, perquè demostraran que l aproximació a una situació d equilibri anhelat és possible i que la complerta abrogació, derogació, d uns drets fonamentals -bàsics per identificar una societat democràtica- en benefici d altres, és una manera absolutista d entendre un aspecte tan relatiu de la llibertat com és el de gaudir de l oci i el temps lliure.

Lluís Gallardo es abogado de la Associació Catalana Contra la Contaminació Acústica.
http://www.sorolls.org/docs/soroll_calla_drets.htm

El soroll que calla els drets

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El Mundo - CATALUNYA
Sábado, 2 de septiembre de 2000


TRIBUNA / CONTAMINACIO ACUSTICA
LLUIS GALLARDO

El soroll que calla els drets

Últimamente, y sobre todo en época veraniega, se pueden leer en las secciones de 'Cartas del Lector' y 'al Director' de la prensa las preocupadas manifestaciones de personas que comprueban cómo desafortunadamente deben soportar injustamente el ruido ajeno. La queja está motivada por la desagradable sensación de malestar que provoca no gozar de tranquilidad y descanso en la propia vivienda y tiene la finalidad de exponerlo públicamente, esperando la solución del verdadero problema que representa la contaminación acústica. En estos escritos siempre subyace la paulatina toma de conciencia ciudadana frente a las molestias y perjuicios que ocasiona el ruido - entendido por la OMS como todo sonido no deseado - a la salud y a la integridad jurídica: el conjunto de derechos que han de protegernos frente a agresiones externas.

En lo fundamental, las problemáticas que se exponen surgen de una colisión de derechos: el de ocio y diversión, junto al de libertad de empresa y trabajo, por una parte, y, por otra, los derechos al descanso (universal según la Declaración de 1948), a la salud y los fundamentales a la intimidad y a la inviolabilidad del domicilio (artículo 18 de la Constitución Española y 8º del Convenio de Roma de 1950). El ejemplo es siempre recurrente: la típica terraza de verano, gestionada por un eficiente e imparable empresario, no sin la unción y beneplácito de la Administración correspondiente, que llena el tiempo libre de sus usuarios y consumidores y también llena de ruido - generalmente nocturno - las viviendas colindantes y naturalmente a los que tenga encima del negocio.

La solución, tan esperada por los preocupados lectores y tan deseada por todos, pasa por hacer compatibles ambos grupos de derechos (la diversión y el descanso). Al menos esto es lo que se deduce del conjunto de políticas públicas que llevan a término los diversos organismos competentes en la materia y de lo que sus responsables explicitan en los medios de comunicación o en las justificaciones que en general dan al desarrollo de tales políticas. La falacia que comporta esta pretendida compatibilidad merece ser contestada desde otro punto de vista: el de los afectados por el ruido, ya que, curiosamente, los que lo ocasionan o promueven no están sometidos al mismo y..., por algún motivo, tampoco están concienciados.

Desde la Associació Catalana Contra la Contaminació Acústica (ACCCA) y la Plataforma Cívica Contra el Soroll Nocturn defendemos otra posición: entre dos derechos (el del ocio y el de la tranquilidad) que, por la manera en que se conciben y ejercitan se hacen tan antagónicos entre sí, no puede haber compatibilidad alguna. Con una diversión y ocio bullicioso, chillón, estridente, sin respetar a nadie más o, entendiendo el lucro empresarial como único y cuando no como el principal, no se observa coexistencia sino unicidad. La compatibilidad, pues, debería hacerse pasar primordialmente por una reformulación social de qué sea el ocio, la diversión y determinadas formas de trabajo.

Así las cosas, no puede haber, como decíamos, coexistencia compatible. Lo que se constata, y así lo comprobamos en ACCCA desde su fundación, es un desequilibrio entre los dos platos de una balanza: cuando baja - por peso e imposición - el de la diversión de unos, sube - por debilidad y evaporación - el del descanso del resto. Es decir, cuando unos hacen lo que quieren (porque así es su "libertad"), los otros, precisamente, han de dejar de hacer lo que desean o necesitan. En esta situación no puede haber ni compatibilidad ni equilibrio sino ejercicio por unos y renuncia obligada por los otros.

La solución, de momento, debería de ser la respuesta a la valoración de cuál de ambos derechos es más importante: el ocio y la libertad de empresa o la intimidad y el descanso. La balanza, en estos términos, continúa decantándose igualmente hacia uno de los dos platillos pero sin vencer el peso del otro: la protección de la intimidad y el descanso, que no quieren decir otra cosa que hacer en casa de cada uno y de cada una lo que se desee o necesite y no tener que soportar ilegítimas imposiciones, injustas coacciones y expropiaciones gratuitas de derechos fundamentales dentro de nuestros domicilios. Si esto mismo debe significar el sacrificio y renuncia a determinados aspectos de la diversión y del lucro mercantil como, por ejemplo, la limitación horaria en periodo nocturno, la restricción en el otorgamiento de licencias, la prohibición de modificaciones de locales, de traspasos, etc., sean bienvenidos porque demostrarán que la aproximación a una posición de anhelado equilibrio es posible y que la completa derogación - borrado - de unos derechos fundamentales, básicos para identificar una sociedad democrática, en beneficio de otros es una manera absolutista de entender una aspecto tan relativo de la libertad como es el gozar del ocio y del tiempo libre.

Lluís Gallardo
Abogado de ACCCA, perteneciente a Peacram

Fuente: "Mundo de Catalunya" el 2/9/2000
http://www.peacram.com/modules/news/article.php?storyid=424

lunes, 10 de noviembre de 2008

Más de 150.000 visitas en menos de dos años.

La Asociación Castelló Sense Soroll está estos días de enhorabuena por las visitas recibidas estos dos últimos años en sus blogs.

El primer blog denominado "El Derecho al Descanso en Castellón", blog personal creado en noviembre de 2006, y al servicio de la lucha por el descanso en Castellón,  que desde su inicio se ha sumado a la causa de la Associació, ha alcanzado la cifra de 50.000 visitas durante este fin de semana.


El blog "Castelló Sense Soroll" albergado en el servidor del Ajuntament de Castelló, creado en enero de 2007 desde l'Associació, ha alcanzado las 100.000 visitas.
Dos blogs diferentes, dos estilos diferentes, y una misma causa, la lucha contra la contaminación acústica en la ciudad de Castelló.

Gracias, tanto a los que colaboráis en su mantenimiento, como a los que los leen y publican comentarios.

El objetivo es informar de la lucha contra el ruido en la ciudad de Castellón, pero somos conscientes de que somos visitados y leídos, no solo en el resto de España, si no que en todo el mundo, especialmente en America Latina.

A todos, gracias.