Mosquito ahuyentajóvenes

La polémica por la utilización del 'ahuyentajóvenes' llega a Francia

• El 'mosquito' difunde ultrasonidos que solo molestan a los adolescentes

• Las comunidades de vecinos emplean el aparato con el fin de combatir el 'botellón'

04/04/08-ELIANNE ROS-PARÍS -El Periódico

A simple vista parece un pequeño e inofensivo altavoz. Pero el sonido que emite no tiene nada de música celestial. El aparato, bautizado como mosquito, difunde unos ultrasonidos con un molesto pitido que solo oyen los oídos de los más jóvenes. ¿El objetivo? Evitar las concentraciones de adolescentes, a menudo acompañadas de botellón, en determinados lugares públicos. Después de sembrar el debate en el Reino Unido, Bélgica y Holanda, el "repulsivo antijóvenes" ha llegado a Francia acompañado de una estruendosa polémica.

¿Quiénes son los usuarios? Comunidades de vecinos que desean ahuyentar a los adolescentes que se reú nen en las entradas de los edificios o empresas --a menudo bancos-- y que quieren evitar este tipo de concentraciones en las inmediaciones. Molestias como el ruido, el consumo de alcohol, las peleas y la suciedad son esgrimidas por los usuarios. Disponible en Francia desde hace 15 días, el aparato ya ha sido instalado por medio centenar de comunidades. En Holanda se han colocado 300. Consciente de la impopularidad del artilugio, la empresa que lo comercializa ha elegido un nombre sibilino. "Beethoven, un sonido que dulcifica los hábitos", es el eslogan que utiliza la sociedad IBL Francia.

"NO SON PERROS"

Pero la estrategia empresarial no ha logrado mitigar el escándalo. "No podemos tratar a los jóvenes como si fueran perros", clama la oposición. El Partido Socialista considera que el dispositivo "tiende a criminalizar a la juventud asimilando los jóvenes a los delincuentes", por lo que ha pedido que se prohíba su comercialización. En el Gobierno conservador también se han alzado voces en contra. La ministra de Vivienda, Christine Boutin, y la secretaria de Estado para las Ciudades, Fadela Amara, opinan que "una sociedad que inventa una máquina destinada a la caza del joven se equivoca de camino". A su juicio, "los problemas de vecindario y de relaciones entre las generaciones deben poder tratarse por medios humanos": mediante el diálogo.

Comercializado a 850 euros la unidad, el aparato emite sonidos de entre 75 y 95 decibelios a una frecuencia de 17 o 18 kilohertzios. El envejecimiento afecta a la captación de frecuencias agudas a partir de los 25 años, por lo que solo los jóvenes oyen el mosquito, como lo han apodado los británicos por su zumbido.

RIESGO POTENCIAL

Ante la avalancha de llamadas recibidas, el fabricante del Beethoven ha emitido un comunicado en el que se excusa: "Nuestra sociedad es una pequeña estructura de distribución que no está preparada para responder a numerosas entrevistas". Y precisa que sus usuarios son particulares que buscan "un sistema disuasorio y no violento una vez fracasado el diálogo". El comunicado remite a la web de la empresa, donde se afirma que el aparato no implica "ningún riesgo fisiológico o psicológico". Pero sobre esto no hay unanimidad. Algunos especialistas consideran que a partir de 80 decibelios la emisión de ultrasonidos puede ser "potencialmente peligrosa".

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