La sociedad de Peter Pan
El Correo Gallego - 08.11.2009
FERNANDO PONTE HERNANDO, DOCTOR EN MEDICINA Y CIRUGÍA
En los últimos tiempos, o tempora o mores! parece producirse una extraña tendencia social a la disminución del tiempo de la niñez unida a una, no menos extraña, prolongación, muchas veces exagerada y artificial, de la juventud, lo que provoca una "congestión" de personas de diversas edades, en un curioso estado de parálisis intergeneracional. Es cierto que tras estas situaciones están presentes múltiples factores causales: lo acelerado de los tiempos, los frenéticos cambios tecnológicos, las mudanzas ideológicas que todo esto apareja y, como no, los intereses comerciales y políticos.
A los niños, se les presentan constantemente modelos de comportamiento propios de adultos, tales como: iniciación precoz, extemporánea, en materia sexual, salidas nocturnas hasta altas horas y permisividad ante fenómenos francamente nocivos para la salud como el "botellón". Asimismo, se les provee de ocio "enlatado" en forma de dibujos animados y cómics francamente inadecuados, así como juegos de consolas y ordenador, cosas, todas ellas, que ponen orejeras y límites, al natural desarrollo de la rica y espontánea imaginación infantil, obcecándolos en una serie de temas interesadamente preconcebidos por el fabricante de los mismos.
Esto es, evidentemente, una manipulación ideológica que, a mayor abundamiento, facilita la adquisición de actitudes sedentarias impropias de estas edades, que traen consigo todo un cortejo de patologías. Del capítulo de comidas y bebidas inadecuadas para su edad, hemos tenido una buena muestra con asuntos de obesidad infantil tristemente recientes, sobre todo porque no se trata de casos aislados sino cada vez más habituales, lo que conlleva la aparición de enfermedades poco frecuentes en los niños, hasta fecha reciente, como casos de diabetes tipo 2, hipertensión e hiperlipidemias, entre otras lindezas.
Por otra parte la juventud se está alargando "ad calendas grecas" por motivos, probablemente, no muy distintos. Se estiran los planes de estudio, pretendiendo prolongar la escolarización obligatoria, quizás el fracaso escolar, hasta los 18 años; lo que va a generar el fenómeno de que casi a la edad en que sus bisabuelos terminaban la carrera, los jóvenes de hoy acaben el Bachillerato.Se nos llena la boca de Bolonia y sus virtudes, que veremos si se aplica según su espíritu primigenio, y que ha disparado el mercado de másteres, ahora sí, públicos, redistribuyendo el "chollo" de las escuelas privadas de posgrado y negocios, ya que la tajada debe dar para todos. Asimismo, no es difícil oír o leer cosas tan discutibles como que en tal o cuál cuestión tomó parte un "joven" de 38 o 40 años, que muchas veces permanecen en la cómoda casa paterna, prácticamente, hasta estas edades.
Esto, sin duda, tiene ventajas para algunos: maquilla las cifras de paro, homogeneiza un amplio frente de consumidores de una serie de productos y mantiene en cierto modo contenida la edad de asunción de responsabilidades. Habrá que reflexionar seriamente sobre ello, la sociedad de Peter Pan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario