¿Qué hacer con el botellón?

 

PERDONE QUE LE HAGA ESTA PREGUNTA

«Sólo con medidas tajantes acabaremos con el botellón»

Teodoro Lozano García Presidente de la Asociación de Alcohólicos Rehabilitados de Valladolid (ARVA)

El Norte de Castilla - 29.11.09 - JUAN CARLOS LEÓN

Teodoro Lozano, que preside ARVA desde el 2007, reclama, desde la atalaya de su experiencia personal, más contundencia para hacer cumplir la normativa sobre el consumo de alcohol.

 

-Recientemente han celebrado sus jornadas anuales sobre el alcoholismo. ¿Cuál es la principal conclusión que han obtenido?

-Este año hemos sacado las jornadas a la calle. Se han programado tres películas en Caja España con un éxito total. El 70% de los asistentes no eran de la asociación, por lo que ha sensibilizado mediante el cine a muchas personas que tienen una idea distorsionada del alcoholismo, para que no nos vean como bichos raros.

-Usted propuso subir los impuestos de la cerveza. ¿Es la solución para evitar que los adolescentes caigan en la bebida?

-Es una parte de la solución. Es lamentable que un litro de cerveza cueste alrededor de un euro y esté al alcance de cualquier niño de 13 ó 14 años, y estamos hablando de una droga, legal, pero una droga. No se trata de prohibir el alcohol, sino de hacer muy difícil que la gente más joven se acerque a él. Su venta está regulada por ley, pero la norma, que es adecuada, no se hace cumplir.

-¿Es partidario de que el abuso de alcohol se considere como agravante en los delitos?

-No, en general. ¿Lo penalizamos como agravante para una persona que es enferma alcohólica, que no puede dejar de beber?

-¿Han constatado en el último año un incremento de petición de ayuda de personas que se han tirado a beber por el paro o la incertidumbre en el trabajo?

-Hemos notado que vienen más desempleados y, sobre todo, más personas que vienen empujadas por los familiares por un tema económico. Porque el enfermo se gasta en su consumo parte de los recursos existentes en casa.

-El pasado día 15 se celebró el día sin alcohol. ¿Sirven de verdad para algo estas iniciativas?

-Muy poquito. Debería potenciarse más, que se supiese el porqué y el para qué de esa jornada. Pero esa labor tiene que hacerse todos los días. Tiene que quedar muy claro que no somos unos integristas, que no estamos contra el consumo de alcohol, sino contra las circunstancias que se generan con un consumo abusivo.

-¿Qué hacemos contra el botellón?

-Cualquier medida es impopular, pero hasta que no se tomen medidas drásticas, tajantes por parte de las administraciones, de las universidades... no se va a solucionar. Hay unas leyes que hay que hacer cumplir. Sé que con este planteamiento no hago amigos. Pero es que no es la forma de que tengamos una juventud sana de aquí a unos años.

-¿Qué papel juega la familia en la recuperación del enfermo?

-Es indispensable. Cuando se implica en la rehabilitación del alcohólico, hay un 70% de posibilidades de que esa persona salga adelante, porque va a ser como tener un policía detrás de él todo el día.

-¿Cómo supera un ex alcohólico el miedo a una recaída?

-Un alcohólico es aquel que pierde la libertad de elegir cuándo quiere y cuándo no quiere beber. El miedo a la recaída desaparece cuando ya no forma parte de tu vida el hecho de beber.