“Aquí hizo nido el trueno
el pedernal y el mármol.”
Miguel Hernández.
LA CONTAMINACIÓN ACÚSTICA AMENAZA NUESTRA SALUD
Vivimos en un mundo de ruidos. El ruido es una de las agresiones medioambientales más insidiosas de la sociedad actual. En el medio urbano coexisten multitud de fuentes de ruido, que al combinarse de forma anárquica contribuyen a la degradación acústica del medio. El tráfico rodado es la principal fuente de ruido. Otras fuentes importantes son las obras públicas y la edificación, así como mercados, bares, recogida de basuras, espectáculos al aire libre, etc.
La contaminación acústica no sólo es un problema de las grandes ciudades, sino también de los núcleos rurales. Tres de cada cuatro españoles que viven en una ciudad están expuestos a una nivel de ruido que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera insano. Según un informe de la OCDE, España es uno de los países con mayor porcentaje de población expuesta a elevados niveles de ruido ambiental. Uno de cada cuatro españoles soporta niveles superiores a los 65 decibelios (A), considerado como límite tolerancia o aceptabilidad.
Los resultados de las investigaciones coinciden al señalar que la contaminación acústica constituye una seria amenaza para la salud y la calidad de vida de la población.
Lo que determina que un sonido se convierta en ruido, “sonido no aceptado y por tanto rechazado”, es la forma que es percibido y evaluado por el receptor humano.
Además del efecto sobre la audición, la exposición continuada a elevados niveles de ruido puede provocar otros muchos efectos fisiológicos que afectan en particular al sistema cardiovascular, respiratorio y digestivo. La exposición de las trabajadoras embarazadas a elevados niveles de ruido en el trabajo pueden afectar al feto.
Respecto a los efectos psicológicos derivados de la exposición al ruido, el más común es el de molestia. Esta reacción psicológica tiene su origen entre otras causas, en las múltiples interferencias que provoca el ruido en las diversas actividades del hombre, como la comunicación y el sueño.
Además de impedir el disfrute del descanso adecuado, el ruido puede afectar negativamente a la capacidad de atención y concentración, dificultando el aprendizaje y disminuyendo el rendimiento. Asimismo, puede producir alteraciones en la conducta que, momentáneamente, puede hacerse más irritable e incluso agresiva.
El ruido ocasiona enormes gastos sanitarios, sociales e industriales, y es el responsable directo de miles de accidentes, del 1,5 por ciento de las jornadas de trabajo perdidas y de hasta el 20 por ciento de las consultas psiquiátricas.
Como conclusión conviene subrayar la importancia que reviste hoy día la lucha contra la contaminación acústica, a fin de conseguir un medio ambiente menos agresivo que el actual. El control de ruido ambiental es una responsabilidad de toda la sociedad que debe comprender la importancia que tiene para la salud y el bienestar un ambiente acústico adecuado. Y como dijo el poeta:
“Canta bajito el arroyo /
y a voz en grito el torrente. /
Y a la voces de los dos /
se las lleva la corriente”.
Francisco Arias Solís
Sin libertad la vida vale poco.
Portal de Internautas por la Paz y la Libertad y de Foro Libre.
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