Cáceres. Más sobre los cierres en La Madrila.

 

EL ABOGADO DE LOS VECINOS PRESENTA UN ESCRITO EN EL JUZGADO OPONIENDOSE A LA SOLICITUD DEL LOCAL

Cacereños Contra el Ruido pide al juez no reabrir el Submarino

Estima que, aunque instale un limitador, su licencia no le permite música. El abogado de la asociación sostiene que su situación es distinta al resto

ElPeriódicoExtremadura -18/01/2013 - CARLOS ORTIZ

Fachada del Submarino en la Madrila cuando se realizaron mediciones de ruido en diciembre.Foto:FRANCIS VILLEGAS

Cacereños Contra el Ruido se opone a la reapertura del pub Submarino, sobre el que aún pesa la medida cautelar de cierre decretada por la Audiencia Provincial de Cáceres hace nueve meses, a raíz de la admisión a trámite de la querella de los vecinos de la Madrila por un presunto delito de contaminación acústica contra ocho locales. Cuatro de ellos --Pasadena, Barroco, Down y Latinos-- ya han podido reabrir tras la decisión judicial.

Aunque el abogado del Submarino solicitó en diciembre pasado al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 6 de Cáceres que se levantara la clausura argumentando que se había instalado un limitador de ruido, el bufete de Cacereños Contra el Ruido sostiene en el escrito que presentó ayer que el local no tiene la licencia correspondiente para emitir música.

En este sentido, Area abogados precisó que Submarino cuenta con una autorización de "café-bar", por lo que su situación no puede equipararse a la de otros establecimientos a los que se ha levantado la medida cautelar de cierre. "Aunque ponga un limitador, no puede poner música porque carece de licencia de discoteca o café-concierto", afirmaron fuentes del despacho consultadas por este diario.

CUMPLIR LA LEY

Con estos argumentos, los asesores jurídicos de Cacereños Contra el Ruido entienden que lo que debe hacer el Submarino es solicitar un cambio de licencia, siempre y cuando el local cumpla las condiciones de la normativa vigente.

Sin embargo, el abogado Angel Luis Aparicio, que defiende los intereses del local, entiende que con la instalación de un limitador se da respuesta a la petición de los vecinos para controlar la emisión del ruido procedente del interior del local.

En este sentido, apuntó que supone "un cambio y modificación en lo que en su día supuso el cierre del local al considerar que infringía la normativa, fundamentado en que no existían una serie de medidas que pudieran evitar esa emisión de ruidos a los viviendas afectadas".