Merece la pena leer con detenimiento el artículo de hoy del diario Mediterráneo, que refleja a la perfección el nerviosismo que se vive en estos momentos en el consistorio de la ciudad a causa de la “fanfarronería” del anuncio de “decreto” con el que el alcalde pretendía dar en los morros a los vecinos de las Tascas.
Publicada la modificación de la Ordenanza de Convivencia, y cuando todo iba a ser “coser y cantar”, ahora el concejal Romero dice que “donde dije digo ….”. ¿Que ha pasado? Tiene mayoría absoluta y son una apisonadora, y a la vista de la subida de tasas e impuestos, nadie duda de lo poco les importa lo que opinen los ciudadanos.
Les proponemos leer el artículo, detenidamente, y después continuar con la reflexiones del bloguer.
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LA JUNTA DE GOBIERNO LOCAL APROBARÁ EL NUEVO ARTÍCULO DE LA ORDENANZA
El fin de la ‘ley seca’ en las tascas, a mayo
Romero cambia de idea y exige instalar los toldos antirruido primero
Mediterráneo - DAVID P. SOLVES 25/04/2012
La publicación ayer en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) del nuevo artículo 26 de la ordenanza municipal de convivencia ciudadana de Castellón no implicará la inmediata finalización de la ley seca. El concejal de Sostenibilidad, Gonzalo Romero, decidió ayer extremar la prudencia y aplazar el permiso para volver a consumir alcohol en la calle en la zona de las tascas hasta que estén instalados los toldos fonoabsorbentes.
Romero mantuvo una larga reunión con el gabinete jurídico municipal para analizar el siguiente paso a dar, consciente de que los miembros de la Asociación Castelló Sense Soroll volverán a pleitear en los tribunales para intentar restablecer la prohibición de beber en la calle. En esa reunión, los juristas aconsejaron a Romero mantener la restricción mientras no estén instalados los toldos --último requisito de la ZAS pendiente--. Cuando eso suceda, la autorización de consumir alcohol en la calle no llegará vía decreto de alcaldía como estaba previsto inicialmente sino a través de la junta de gobierno local. El edil de Sostenibilidad aseguró que el objetivo marcado es cumplir esos dos pasos durante la segunda quincena de mayo. “Haremos coincidir la instalación de los toldos con el dictamen de la junta de gobierno para ser más prudentes aún, preferimos perder varias semanas más para asegurarnos que hacemos las cosas correctamente porque el futuro de las tascas está en juego”, dijo.
El edil del PP se reunió también ayer con los empresarios hosteleros, que en principio asumirán íntegramente los más de 20.000 euros que costará instalar los toldos antirruido. Según Romero, los afectados respaldaron el nuevo camino legal más lento para zanjar este asunto.
Desde que entró en vigor la ley seca a finales de enero, la Policía Local ha interpuesto 22 denuncias por beber en la calle.
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Bueno, bueno, ¡ que ha pasado !, ¿a que viene tanta prudencia?, reunión con el gabinete jurídico (¿no es letrado el Sr. Romero?), con los empresarios, con Castelló Sense Soroll, ¡perdón!, con estos no que son unos malos ciudadanos.
Después de varios años de “ponerse el mundo por montera”, ahora parece que en el equipo de gobierno le ven las orejas al lobo, pero ¿ha ocurrido algo sustancial?
Puede que así sea, y es que son muchos años de dejadez, ahora pretendían colarle un gol al alcalde, teniéndose que mojar personal y directamente (Decreto de alcaldía), para poner en marcha algo al margen de la ley, como es la ocupación de la calle, al margen de las autorizaciones que contempla la Ley de Espectáculos. Y además, hacerlo sabiendo que está en una zona ZAS, y que el ruido tiene el origen en los varios cientos de personas que ocupan la calle.
Lo que no ha dicho el señor Romero es, que lo que es su obligación, como hacer un seguimiento de los ruidos (no ha instalado un sonómetro en casi dos años de ZAS), lo han hecho los vecinos, ya que durante el mes de febrero y marzo, y junto a las denuncias semanales, han adjuntado mediciones sonométricas de la calle, y ¡anda! los niveles sonométricos son similares a antes de la ZAS, de la PAZ e incluso de la “ley seca” (80-85 dB). O sea, no solo no se implantan las medidas acordadas, no se realiza el seguimiento del ruido, si no que, además, se pretende autorizar que toda esa fuente de ruido se perpetúe, sin más, en las calles, y el marrón pretendían que se lo comiese Bataller solito. Con amigos así no hace falta tener enemigos.
Con el desvío de la decisión a la Junta de Gobierno Local, lo que se pretende es salpicar al equipo, y ya se sabe, “mal de muchos …”. Gustaría saber que opinan Enric Nomdedeu y Amparo Marco, ¿están enterados de estas circunstancias?. Quien sabe, quizás la decisión se traslade a un Pleno Municipal.
Se adjuntan gráficas de las mediciones realizadas el primer fin de semana de marzo, donde se puede comprobar:
- a) Que las noches de los jueves, viernes y sábado se alcanzan los 80-85 dB, cuando el objetivo acústico es de 45 dB (pese a que el Sr. Romero siga hablando de 65 dB (que se lea la Ley 7/2002 y la Ordenanza). Son 30-40 dB superiores a las de una noche normal.
- b) Que no ha existido “ley seca” durante el tiempo de suspensión de la Ordenanza. Se puede comprobar que a las 24 horas se mantienen los 75 dB, por lo que se ha realizado el cumplimiento de la sentencia del TSJ.
Finalmente, y para los más ilusos, indicarles que los “toldos fonoabsorbentes” tienen previsto reducir el ruido en unos niveles de 5 dB, por lo que los valores finales no se acercarán, no solo a los objetivos acústicos, si no que tampoco a los límites de la ZAS (65 dB). Con estos datos, ¿qué concejal se atreverá a votar favorablemente la impunidad de permanencia en la calle de los consumidores de las Tascas?
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