Castelló Sense Soroll afirma que la sentencia que prohíbe beber en las tascas ya está en vigor
Insta al ayuntamiento, que pretende adaptar la ordenanza al fallo, a cumplir la legalidad vigente
Levante – 03-12-11 - J.MESTRE CASTELLÓ
La asociación de Castelló Sense Soroll aseguró ayer que la sentencia del Tribunal Superior de Justicia que prohíbe el consumo de alcohol en la zona de las tascas ha entrado ya en vigor al no haber presentado un recurso el Ayuntamiento de Castelló, según informó ayer el despacho de abogados contratado por Castelló Sense Soroll.
El concejal de Sostenibilidad, Gonzalo Romero, afirma que el fallo del TSJ será firme en un plazo de dos meses y que, mientras tanto, los servicios jurídicos del ayuntamiento intentarán adaptar la ordenanza municipal de convivencia a las exigencias que plantea el tribunal. Fuentes del bufete de abogados señalaron que hay un periodo de dos meses para que la sentencia se ejecute de forma forzosa y explicaron que la prohibición, al no haber recurrido el ayuntamiento, es firme en estos momentos. Al respecto, avanzaron que remitirán un escrito al ejecutivo local en el que le instarán a cumplir "la legalidad".
El ejecutivo local se ha propuesto modificar la ordenanza para que la singularidad de las tascas pueda continuar adelante y considera que tiene un periodo de dos meses para ello. El fallo del TSJ indica que la regularización municipal choca con la normativa de Drogodependencias del Consell, que impide el consumo de alcohol en la vía pública "salvo en los lugares en los que esté debidamente autorizado, o en días de fiestas patronales o locales, regulados por la correspondiente ordenanza municipal". Por ello, los munícipes populares confían en que se pueda seguir bebiendo alcohol en las tascas añadiendo en la ordenanza esta condición que indica el fallo.
Sea como fuere, la sentencia del Tribunal Superior de Justicia ha puesto en jaque la pervivencia del modelo actual de tascas y ha llevado la intranquilidad a los propietarios de los locales. El ayuntamiento sigue dando vía libre de momento a la ingesta de alcohol en esta zona tradicional de ocio de la ciudad y se ha apresado en subsanar su error en el tiempo más rápido posible.
Los establecimientos advierten que esta prohibición supondrá el fin de las tascas, cuyo modelo pervive desde hace más de 30 años.
REPORTAJE
Jaque a las copas en la calle
Las tascas de Castellón esperan una solución tras cuatro años de conflicto
El País - LORENA ORTEGA - Castellón - 02/01/2012
Viernes noche en las tascas de Castellón. Son las nueve y centenares de personas abarrotan las céntricas calles Isaac Peral y Barracas donde se instalan nueve bares que se convierten por unas horas en el corazón de la ciudad y que se enfrentan ahora a un duro golpe. "Estamos nerviosos porque han dado un gran paso, están tratando de cerrarnos", comenta José, el propietario de una de estas tascas. Habla de la reciente sentencia del Tribunal Superior de Justicia que ha anulado el artículo de la ordenanza municipal que daba a esta zona excepcionalidad para permitir beber en la calle.
Para unos, se trata de 'botellón'; para otros, una seña de identidad
El fallo, que responde a un recurso del colectivo Castelló sense Soroll, deja en jaque esta tradicional zona de bares porque los reducidos espacios obligan a consumir fuera.
Los hosteleros se temen lo peor, a pesar de que tienen el apoyo del Ayuntamiento de Castellón, que se ha reafirmado en su "defensa firme de la tradicional zona de las tascas, compatibilizando el derecho al descanso con el ocio". Algo que se ha convertido en uno de los quebraderos de cabeza del equipo de gobierno de Castellón (PP) y, en particular, de su edil de Sostenibilidad, Gonzalo Romero.
El conflicto comenzó a mitad de 2007 con la irrupción del colectivo Castelló sense Soroll, que nació para acabar con los ruidos en una zona de pubs y discotecas de la ciudad que se producían hasta altas horas de la madrugada. Poco después se amplió la lucha a la zona de las tascas y no tardó en llegar la ruptura con el Ayuntamiento: la asociación contrató a un abogado y llevó el caso a los tribunales al reclamar judicialmente la medición del ruido en las tascas, lo que obligó a la declaración de Zona Acústicamente Saturada (ZAS).
Al mismo tiempo, Castelló sense Soroll presentó alegaciones a la ordenanza municipal que permite beber en la calle alegando que va en contra de la Ley de Drogodependencias de la Comunidad Valenciana. El Ayuntamiento no les escuchó y, tras acudir al contencioso-administrativo, Castelló sense Soroll ha puesto en jaque a las tascas cuando el fallo del TSJ de final de 2011 ha dejado sin cobertura legal el consumo de alcohol en esta zona. El equipo de gobierno ya ha avanzado que volverá a redactar la ordenanza para normalizar la situación amparándose en una tradición de décadas. Para unos no se trata más que un problema de botellón, para otros es "la seña de identidad" de la ciudad.
"Nosotros fuimos los primeros en abrir una tasca y el año que viene cumpliremos 40 años", explica Ernesto, uno de los hosteleros afectados. Recuerda que ya en los años noventa el Ayuntamiento dictó un bando para poder beber en estas calles. "Luego llegó la ley de drogodependencias y se hizo la nueva ordenanza en el mismo sentido", destaca. De hecho la propia ley valenciana establece que se podrá beber en zonas previamente autorizadas, pero una mala redacción ha tumbado la normativa de Castellón.
Tanto él como el resto de hosteleros afectados atribuyen a "intereses particulares" y no a un malestar vecinal los continuos varapalos judiciales promovidos por Castelló sense Soroll. Destacan que dos de los principales valedores, entre ellos el presidente del colectivo, Pedro Monfort, "ni tan siquiera viven en la zona". Polémicas al margen, lo cierto es que por el momento solo han pedido que se aplique la legalidad vigente y entre el vecindario hay firmes defensores pero también detractores.
"La sentencia del TSJ es una victoria siempre que se aplique", dice Monfort. El presidente de la asociación (que es propietario de una de las tascas que tiene en alquiler) niega las acusaciones y asegura que su único objetivo es "que en esta zona se cumpla la ley". Monfort explica que el 15% de los miembros de la asociación son vecinos de las tascas pero se niega a especificar el número. Pero aunque sean pocos se dejan oír y ya han ganado el pulso en dos ocasiones. La declaración de ZAS del pasado año obliga a los bares a dejar de servir bebidas en la calle a las 11.30 horas y media hora después a cerrar y limpiar las calles, lo que se cumple con puntualidad inglesa.
Tras cuatro años de conflicto, el Consistorio aún busca la fórmula para contentar a todos y evitar la desaparición de las tascas. De momento, tiene dos meses para volver a aprobar una ordenanza que permita beber en la calle antes de que se ejecute el fallo del TSJ.
2 comentarios:
Soy hostelero de verdad y me siento ofendido cada vez que veo aplicar ese calificativo a estos señores. Les invito a buscar en el diccionario el significado de la palabra hosteleria y hostelero. Es evidente que no se puede aplicar a este colectivo, estos serán taberneros, bareros, "tasqueros", y en el caso de otros locales mal llamados de "ocio" serán propietarios de salas de fiestas o en algunos casos chulos de putas dependiendo de la actividad del local.
Y venga de crear nuevos parados. ¿Cuantos puestos de trabajo se van a perder si cierran las tascas? ¿Que intereses ocultos tienen los sense soroll? ¿Para cuando una ordenanza del ayuntamiento que derogue todas estas leyes y sentencias? Y por último lo mas importante ¿Que dice de todo esto Mulet y cuantos sueldos tiene?...
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