Comunidad Valenciana. Las denuncias por ruido desbordan a los ayuntamientos.

Las denuncias por ruido desbordan a los ayuntamientos
El número de casos derivados a la vía penal crece en la Comunidad durante la crisis

El Mundo – 01/07/13 - C. TOLEOO I Valencia

Enero de 2007 marcó un punto de inflexión. La condena de un año y medio de presión al que fuera alcalde de Víla-real, Manuel Vilanova, por no actuar contra las molestias de ruido que sufrían unos vecinos provocó una reacción contundente de las administraciones locales. Los ayuntamientos empezaron a aplicar a rajatabla las ordenanzas y se sucedieron las actuaciones contra los locales más conflictivos, Incluso el Ayuntamiento de Valencia creó una concejalía de Contaminación Acústica para intentar frenar la declaración de Zonas Acústicamente Saturadas (ZAS) que los vecinos ya habían solicitado en algunos barrios de la ciudad. Parecía que los vecinos que habían padecido molestias por ruido durante años ganaban definitivamente la batalla.

Ahora, seis años después y con la crisis en pleno apogeo, el problema del ruido se ha reabierto. Las administraciones locales parecen haberse relajado en la lucha contra la contaminación acústica como reflejan la multitud de denuncias que examinan los tribunales de la Comunidad. Es más, muchas de ellas, que comienzan en el juzgado como un contencioso administrativo, acaban convirtiéndose en un asunto penal por la inactuación de los Ayuntamientos. Es el caso, por ejemplo, del alcalde de Cullera, que se enfrenta a una petición de pena de dos años de cárcel por permitir a tres locales saltarse la normativa contra el  ruido. Y no es el único caso.

Así lo atestiguan Andrés Morey y Vicente Vidal, componentes del principal despacho de abogados especializados en ruido, quien explican que las denuncias no han disminuido con el paso del tiempo sino que se mantienen y, en muchos casos, las administraciones locales no colaboran en el cumplimiento de la ley. «Es muy frecuente la manipulación de los limitadores de sonido después de que se hayan precintado pero no parece que se deriven consecuencias. Instalan otro equipo y siguen con la actividad como si no hubiese pasado  nada Las administraciones no hacen nada».

Y es que con la crisis muchos afectados deciden no recurrir a la vía penal para tratar de poner fin a las molestias que padecen durante años: sólo unos pocos pueden resistir el desembolso que supone armar pruebas para conseguir una condena. Además, pocos consistorios disponen de material suficiente como para dar respuesta inmediata a las quejas de los vecinos; especialmente por la alta tecnificación y el personal que requieren. Las mediciones se deben realizar en el momento de la infracción y no cuando estén disponibles los medios municipales .

Pese a todo, el despacho de Morey Abogados mantiene litigios en más de una quincena de localidades de la Comunidad con denuncias contra  casales  falleros, locales de ocio, discotecas, chiringuitos de playa. También, como ocurre en Burriana, con los espacios para conciertos. El consistorio castellonense tiene una reclamación pendiente por el ruido que produce este festival, ubicado en  las proximidades de unas viviendas.

Verbenas de Fallas
Tampoco quedan excluidas de los procesos judiciales tanto las verbenas falleras como la actividad de los propios casales. Recientemente se han producido sentencias condenando a fallas por el exceso de ruido que provocaban en las calles a pesar de estar avaladas' por la normativa del Ayuntamiento' de Valencia,
que trató de exceptuar del cumplimiento de la ordenanza del ruido a las Fallas y a la Fórmula 1. Precisamente, el concejal de Fiestas de  Valencia, Francisco Lledó, insistió en la última asamblea de presidentes de la Junta Central Fallera en que los casales debían adscribirse a las categorías que ha determinado la Consellería de Gobernación para determinar su actividad y, por tanto, los horarios que deben cumplir. Tampoco algunas de las ZAS decretadas por el Ayuntamiento de Valencia (tras una orden judicial) han superado todos los problemas del ruido que llevaron a los vecinos a denunciar. El consistorio no alpicó
medidas tan contundentes como las que se. decretaron en Woody sino una solución intermedia para reducir el ruido pero contentar también al sector del ocio. Ocurrió tanto en Juan Llorens como en El Carmen, barrios donde todavía se dan algunos problemas de contaminación acústica después de que el  consistorio implementara sus medidas. Las denuncias del ruido se reproducen ahora por toda la Comunidad aunque la crisis ha provocado que muchos de los afectados a replantearse si iniciar una reclamación en los tribunales con un alto coste por la inacción municipal.

PROVINCIA. Conflictos de norte a sur

La provincia de Castellón mantiene abiertos en estos momentos varios pulsos con el ruido como música de fondo y el cumplimiento de la legislación.

Fue en Vila-real donde hubo una sentencia condenatoria que luego Estrasburgo objetó porque no se respetaron los derechos de Manuel Vilanova, alcalde entonces  que debió abandonar el cargo.

Posteriormente, en otros municipios de la provincia han surgido litigios como en Peñíscola, Benicássim y Castellón. En la capital, el conflicto con más
trascendencia es el que ha ocurrido en la zona de las Tascas, declarada ZAS."