Dionisio Alonso Párraga - Pres. Federación Colegio Médico Pontevedra
"Humanizar calles reduce el ruido pero es una medida aislada"
Recomienda mayor contundencia en las zonas de marcha: "O se eliminan de los núcleos habitados o los vecinos seguirán sufriendo", advierte
Faro de Vigo – 10-04-10 - ALBERTO BLANCO
Especialista en otorrinolaringología desde 1980; médico del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo y presidente de la Fundación Colegio Médico de Pontevedra. Experto Consultor ORL en la Carrera Profesional del Servicio Gallego de Salud y Miembro de la Sociedad Europea de Rinología. Trabaja en varios estudios sobre el ruido desde la década de los años 80.
El médico especialista Dionisio Alonso es uno de los mayores expertos en temas de ruido. Lleva estudiando sus efectos, las patologías que provoca y el porqué de las mismas desde la década de los años 80. Su labor de investigación está centrada sobre todo en la ciudad, pero en sus estudios no deja escapar las comparaciones con otras urbes españolas. Si algo tiene claro a estas alturas es el diagnóstico de Vigo: "Es una de las ciudades más ruidosas de España; y no digo de Europa porque no me he puesto a comparar tan lejos", afirma.
–¿Es tan grave el problema que sufren los vigueses?
–Es muy grave, pero sobre todo en las horas puntas. Los 65 decibelios recomendados en estas franjas horarias se disparan aquí por encima de los 70 dB. Soportar estos niveles provoca ya la pérdida de audición a largo plazo. En las zonas de marcha el problema se agrava. Lo ideal es que por las noches no se registren más de 35 dB; en Vigo se doblan hasta superar los 65 dB.
–En todas las ciudades hay tráfico de vehículos, industria, zonas de marcha... ¿Por qué Vigo sufre el ruido en mayor medida que el resto de España?
–La propia estructura de la ciudad contribuye a aumentar los perjuicios. Vigo es muy peculiar. Está en una colina y apenas tiene terrenos para expandirse, por lo que se fueron construyendo los edificios muy concentrados. Escasean las grandes avenidas y las zonas peatonales brillan por su ausencia. Esto provoca que los vecinos estén más expuestos al ruido del tráfico o de las obras.
–El Concello está apostando ahora por calles con más espacio para los peatones y con menos carriles para vehículos. ¿Contribuye esto a mejorar el diagnóstico?
–Sin duda. Las humanizaciones son claves para solventar los problemas acústicos procedentes del tráfico rodado, pero no es más que una medida aislada. Si bien, esta apuesta debe extenderse a toda la ciudad, ya que disminuye la intensidad de vehículos y además, la plantación de árboles ayuda a absorber parte del ruido.
–¿Qué diferencia puede haber entre una calle humanizada y otra que no lo esté?
–Un ejemplo. En Marques de Valladares se superaban hace años los 70 dB en las horas punta. Desde que se reformó y sólo hay un carril para el paso de vehículos, el ruido no llega a los 65 dB.
–¿Tiene alguna receta para evitar las molestias del ruido a los vecinos que viven en las zonas de marcha?
–Sacarlas del centro de la ciudad y llevarlas a las afueras. En los locales de copas se superan los 85 dB, lo que provoca pérdidas de audición a corto plazo. Malo por alcanzar estos niveles nocivos para la salud, pero también porque obliga a que los jóvenes se concentren en la calle, por lo que los perjudicados son al final los vecinos. El Concello deber tomar medidas y plantearse eliminar estas zonas de núcleos habitados.
–La administración local ya ha elaborado un mapa de los niveles que se soportan en la ciudad... ¿Cree que es suficiente?
–No. Se tiene el diagnóstico pero no se toman medidas. Si los bares incumplen los horarios y no se les multa, lo seguirán haciendo, por ejemplo. Pero combatir el ruido supone una inversión millonaria. Desde el punto de vista de la salud de los ciudadanos es indispensable. La pregunta es si a los concellos les compensa poner ese dinero.
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