Una visión profesional - Perfil
«España es el segundo país más ruidoso del mundo y Asturias supera la media»
«En los domicilios sólo se avanzó en aislamiento acústico en el doble acristalamiento de ventanas, pero eso hace que oigamos más el ruido de dentro del edificio, que es mucho»
La Nueva España – 10-01-09 - Gijón - MARIBEL LUGILDE
ángel gonzález
Ruidos, los justos. Ésa parece ser una de las consignas de la sociedad moderna, aunque a unos les está costando más que a otros respetar esa norma de convivencia, salud y medio ambiente. Llevada al mundo de la empresa, la lucha contra el ruido encuentra un excelente ejemplo en la empresa gijonesa Basel S. L..
Sus dos grandes áreas de actividad son la ingeniería acústica así como la ejecución de obra para el aislamiento y el acondicionamiento sonoro de recintos.
Sus clientes: teatros, hoteles, restaurantes, cadenas de supermercados, estudios de radio y televisión, pero también -y cada vez más- particulares que declaran la guerra a vecinos ruidosos, a la discoteca de turno o a la empresa constructora de su propia casa por no haberla aislado convenientemente. Y es que, según Alejandro González, director técnico de Basel, los constructores siempre se han desentendido en este asunto aunque las cosas cambiarán este mismo año, con la entrada en vigor de las nuevas exigencias en materia de prevención del ruido previstas en el código técnico de la edificación.
-¿Cuáles son esas nuevas exigencias contra el ruido en los edificios?
-Una de las más importantes es el hecho de que, en las nuevas edificaciones, condición imprescindible para conseguir la cédula de edificabilidad será la realización de mediciones in situ certificadas. Esto es muy importante porque hasta ahora los materiales utilizados en la construcción vienen con unos parámetros de aislamiento acústico medidos en laboratorio pero luego esos valores cambian en la aplicación real y eso hay que comprobarlo con una medición.
-¿Y a la vista de lo que viene, los constructores se están poniendo las pilas para hacer los edificios más silenciosos?
-Pues la verdad es que no. Hay cantidad de obra nueva -da igual si es de VPO o de la zona más cara de la ciudad- que no cumple los requisitos que hoy por hoy ya está exigiendo la ley, mucho menos los futuros. A muchos constructores con los que comentamos que las exigencias legales van a cambiar nos dicen que no les preocupa porque ellos están ya cumpliendo, cuando nosotros tenemos sobre la mesa informes de edificaciones de esas mismas constructoras con situaciones realmente sangrantes.
-¿De qué situaciones concretas me habla?
-Ascensores anclados en la pared de un dormitorio infantil, lo que se traduce en una vibración permanente; la sala de calderas instalada debajo de una vivienda sin el preceptivo aislamiento; los bajantes de los baños, que el del quinto tira de la cisterna y lo oye el del primero; tabiques que parecen de papel que dejan pasar todos los ruidos del vecino?
-De manera que el problema es básicamente la mala calidad en la edificación, no el vecino ruidoso.
-Desde luego, en el 90 por ciento de los casos es así, porque si un edificio está bien aislado ya puede tener una discoteca al lado que no lo va a notar. El problema es que los pisos se venden por lo que se ve, no por lo que no se ve; el futuro comprador se fija en la terminación de la cocina, en los baños, en el portal o en el ascensor pero no puede saber que, debido a una mala insonorización, va a oír roncar al vecino todas las noches a través de la pared. En lo único que se ha avanzado en el aislamiento acústico en las viviendas ha sido en las ventanas, con el doble acristalamiento que aísla del ruido de la calle, pero ¡ojo¡ cuando eso ocurre oímos más el ruido que existe dentro del edificio, que es mucho.
-¿Y no les compensa a los constructores hacerlo bien desde el principio en vez de embarcarse en procesos que saben que van a perder?
-Podría parecer que sí pero de hecho no, porque aunque los propietarios, con todos sus informes técnicos, los demanden y acaben ganando por la vía judicial, ésta es tan lenta que no todos se animan a iniciarla, al final los tiempos se dilatan y las soluciones llegan tarde y mal.
-O sea que, por el momento, ustedes trabajan más para particulares cabreados que para constructores responsables.
-Sí, trabajamos mucho para propietarios, inquilinos, comunidades de vecinos? constantemente nos llegan nuevos casos.
-¿Por qué se ha producido este cambio? ¿Antes éramos más tolerantes contra el ruido y de pronto nos hemos hartado?
-No creo que sea tanto una cuestión de menor tolerancia contra el ruido como de mayor conocimiento de los derechos como ciudadanos y como consumidores. Esto ya ha ocurrido en otros países de Europa donde nos llevan años de ventaja. No olvidemos que España es el segundo país más ruidoso del mundo, después de Japón? y Asturias está por encima de la media nacional.
-Y en nuestro país ¿quién ha espabilado antes?
-Comunidades autónomas como Valencia o País Vasco o ayuntamientos como el de Vigo han elevado mucho su nivel de exigencia contra el ruido en el ámbito de la construcción. En el caso del País Vasco, ha creado en Vitoria el Labein, laboratorio de referencia para la medición de materiales.
-El grueso de su cartera de clientes son hoteles, restaurantes, supermercados? ¿son empresas más concienciadas?
-En general sí. En este campo trabajamos el aislamiento acústico de las instalaciones y también el acondicionamiento de las mismas, es decir, que tengan una buena acústica, que no se produzcan reverberaciones... Los casos típicos son el cura al que no se le entiende en una iglesia, el actor al que no se le oye en un teatro, el barullo constante en una sidrería que te impide entenderte con la persona con la que estás, o quienes están comiendo en una mesa de un restaurante y pueden estar escuchando la conversación que se desarrolla en la mesa que está en otro ángulo del local. En este campo, la verdad es que cada vez más los decoradores son conscientes de esta problemática y nos consultan sobre materiales.
-¿Y cuáles son los materiales más utilizados para el acondicionamiento acústico?
-Hay muchos, madera perforada, que se importa de Austria; espuma de poliuretano o resina de melamina, que se importa de Italia; viruta de madera prensada con magnesita, que se importa de Holanda, también placa de cartón yeso o lana de roca, de fabricación nacional.
-¿Por qué no se fabrican en España gran parte de estos materiales?
-Buen pregunta. Como en tantas cosas, hay que irse fuera a comprar materiales que perfectamente podrían fabricarse aquí.
Alejandro González Suárez (Gijón, 1976) es ingeniero técnico industrial e ingeniero químico por la Universidad de Oviedo, además de técnico superior en prevención de riesgos laborales. Desde 2003 trabaja en la empresa gijonesa Basel SL como director técnico, bajo la dirección de su padre, Luis González Iglesias, y con el apoyo desde 2008 de su hermano pequeño, Javier (Gijón, 1984), también ingeniero. Los tres comparten su pasión por las motos, aunque también hay un hueco en su tiempo libre para la música y el cine.
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