ESTUDIO SOBRE EL USO DE LA BURUNDANGA (escopolamina) EN LAS ZONAS DE OCIO.
El 20% de las violaciones, mediante sumisión química
El agresor utiliza una sustancia que altera el estado de consciencia de las víctimas.La mayoría de las mujeres han sido drogadas en fiestas, discotecas y bares.
Mediterráneo - 31/01/2009 ANTONIO BAQUERO
Los agresores mezclan las drogas con las bebidas de sus víctimas, en un descuido de estas.
Foto:JULIO CARBÓ
La sumisión química, que es como se ha bautizado al uso de drogas o fármacos que anulan la voluntad de una persona con el objetivo de agredirla sexualmente sin encontrar ninguna resistencia, está más extendida en España de lo que a priori se temía. Un estudio llevado a cabo por médicos del Hospital Clínico de Barcelona, el primero realizado sobre este fenómeno, ha concluido que el 20% de las violaciones que se producen en España presentan indicios de haber sido cometidas después de que el agresor hubiera drogado a la víctima.
Ayer, en el marco de la Cuarta Jornada de Actualización en Toxicología, Dolors Rodríguez, miembro de la Comisión de Violencia Intrafamiliar y de Género de este centro hospitalario, explicó que en algunos de los análisis practicados a las víctimas se han hallado rastros de benzodiacepinas (medicamentos depresores del sistema nervioso central), sustancias como la escopolamina (conocida como burundanga o droga de la voluntad) o drogas como el éxtasis líquido. En otros, en cambio, han aparecido trazas de alcohol, de cocaína o de anfetaminas.
NO SE RECUERDA NADA
El agresor suministra dichas sustancias a la víctima sin que esta se dé cuenta. Generalmente las mezcla con la bebida, pues muchas son incoloras e inodoras y difícilmente se percibe su presencia en el líquido. Esos estupefacientes alteran el estado de conciencia de la víctima, sumiéndola en una situación de docilidad extrema. Algunas de estas drogas generan incluso amnesia, con lo que al día siguiente la mujer no recuerda qué le ha sucedido.
Rodríguez presentó ayer los primeros resultados de la investigación llevada a cabo por el centro hospitalario barcelonés sobre la sumisión química. El estudio de los casos ha permitido constatar cómo la mayoría de las agredidas han sido drogadas "en contextos lúdicos como fiestas, discotecas y bares".
La facultativa afirmó que la mayoría de las víctimas son mujeres jóvenes, aunque también hay algún caso en que la persona agredida es un hombre. "Pese a no recordar nada, las víctimas sospechan que algo ha ocurrido pues se despiertan en un lugar que no conocen, descubren que no llevan ropa interior, notan lesiones en sus órganos genitales o tienen recuerdos fugaces de lo pasado durante esas horas", añadió Rodríguez, quien anunció que el Hospital Clínico, en base a los resultados de la investigación, está preparando un protocolo de actuación para detectar este tipo de violaciones.
EXAMEN
El nuevo protocolo establece que a la víctima se le harán unas analíticas para detectar sustancias empleadas en la sumisión química. Además, se le practicará un examen neurológico, se le reconocerán las pupilas y se le someterá a una entrevista. "Ahí le preguntaremos qué bebida tomó, a qué hora, cómo se sintió al despertar...", añadió esta profesional. Este examen médico, además, se realizará a todas las víctimas de agresiones sexuales, exista o no la sospecha de que han sido drogadas.
Italia adopta las leyes 'anti-botellón' y echa la culpa a los estudiantes de España
Agencias | Ecodiario - 28/01/2009
Calles sin alcohol a las 21:00 horas y, a las dos de la madrugada, la última copa dentro de los locales, son algunas de las medidas de las "ordenanzas anti-alcohol" que el alcalde de Roma, el conservador Gianni Alemanno, ha adoptado para evitar la degradación del centro histórico de la capital.
Estas ordenanzas, similares a las leyes que entraron en vigor en la Comunidad de Madrid en julio de 2002 y, posteriormente, en otras autonomías españolas, conocidas como leyes "anti-botellón", han sido aprobadas para limitar el aumento de la presencia de jóvenes que consumen alcohol en las plazas de la ciudad y para acabar con "la excesiva y desenfrenada movida", según el Ayuntamiento.
Las leyes en este sentido aprobadas, hasta el momento, por siete comunidades autónomas españolas -Madrid, Andalucía, Extremadura, Castilla-León, Comunidad Valenciana, Baleares y Galicia- respondían a la alarma social creada por el fenómeno conocido como "botellón", una costumbre adoptada por los jóvenes españoles por la que se congregaban en parques y plazas para beber alcohol.
La culpa: de los estudiantes
Una alarma social que se ha trasladado a Roma, donde incluso algunos periódicos locales la han atribuido a una ampliación del horario de la 'movida' nocturna y una cultura alcohólica importadas por los jóvenes italianos precisamente de España, a través del turismo y las becas Erasmus, pero cuyo detonante fue el asesinato, el pasado día 5, de un turista americano en un local de nombre también español: Zaragozana.
Aunque prevén la prohibición del suministro de bebidas alcohólicas en botellas de cristal y en latas para llevar fuera del local, las disposiciones del consistorio romano se diferencian de las leyes españolas en que no legislan sobre el consumo, siempre que se efectúe en contenedores de plástico, y en que se refieren exclusivamente al horario nocturno.
Asimismo, se trata de medidas excepcionales, debidas a lo que, desde el Ayuntamiento, se califica como "situación de emergencia", por lo que sólo está previsto que estén activas hasta el próximo 28 de febrero. Las ordenanzas, que entraron en funcionamiento durante el último fin de semana, se han respetado en la inmensa mayoría de locales del centro, gracias también a un gran despliegue de policía en las principales plazas, pero su andadura ha empezado no sin protestas por parte de los jóvenes.
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