CASTELLÓN
Castellón acelera la medición en Lagasca para esquivar el aumento de ruidos en Navidad
El Consistorio avanzará los controles para que no coincidan con las fiestas navideñas y evitar que se declare la zona como ZAS
Las Provincias - 11.10.12 - L. NOS CRUZADO | CASTELLÓN.
Los controles de antes y después de Magdalena se anularon por ser fechas «poco representativas»
El PP asegura que los locales de Lagasca cumplen «todas las normativas vigentes»
El Ayuntamiento de Castellón está haciendo «todo lo posible» para acatar cuanto antes el fallo del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) que obliga a repetir las mediciones de ruido en el entorno de Lagasca al objeto de valorar si esta zona de ocio debe ser declarada acústicamente saturada (ZAS). Y es que, además de que el juez impuso un plazo máximo de tres meses para hacerlo, desde el PP local no quieren que dichas mediciones coincidan con las fiestas de Navidad. Una época que, argumentan, es «mucho más ruidosa de lo habitual» y que podría arrojar datos «poco realistas».
En concreto, y según explicaba ayer el concejal de Sostenibilidad y Medio Ambiente de la capital de la Plana, Gonzalo Romero, el consistorio está haciendo cuanto puede para agilizar «al máximo» los trámites para acatar la sentencia -hecha pública la semana pasada- «lo antes posible».
No obstante, Romero reconoce que «hay pasos que se deben cumplir y que, evidentemente, retrasarán el proceso». Se refiere, por ejemplo, a la contratación de la empresa encargada de controlar los niveles de contaminación acústica en Lagasca. Un asunto que, de momento, está en manos de los servicios técnicos del consistorio y que el popular confía en que pueda estar solucionado «cuanto antes, mejor».
Y es que, si bien es cierto que el Ayuntamiento dispone de plazo hasta el próximo mes de enero para acatar el fallo del TSJ que estimaba que las mediciones realizadas en 2010 se llevaron a cabo de forma incorrecta, también lo es que una de las prioridades es evitar que los nuevos controles coincidan con la época navideña y las grandes aglomeraciones de clientes características de dichas fechas.
Sin embargo, el planteamiento municipal podría chocar con los argumentos esgrimidos por el magistrado del Tribunal Superior de Justicia a la hora de considerar equivocado el primer estudio acústico de Lagasca. Y es que la sentencia estima en parte un recurso presentado por la asociación vecinal Castelló Sense Soroll en el que se alegaba que las citadas mediciones se efectuaron en los días previos y posteriores a la fiestas de la Magdalena, es decir, en fechas en las que los locales de ocio registran una menor afluencia de gente y que, por lo tanto, son poco representativas.
Además, el juez destaca que las audimetrías no se realizaron conforme la normativa vigente, dado que tampoco se llevaron a cabo «durante tres semanas consecutivas o tres alternas en un plazo de 35 días naturales» tal y como viene exigido por la Ley de Protección contra la Contaminación Acústica de la Generalitat Valenciana. Un hecho que en su día el Consistorio ya trató de justificar alegando que lo que se intentaba era, precisamente, evitar que los controles coincidieran con la grandes aglomeraciones habituales de la semana magdalenera.
Con todo, lo cierto es que, ahora, el equipo de gobierno de la capital de la Plana quiere zanjar «cuanto antes» el nuevo frente abierto en Lagasca. «Acataremos la resolución judicial y después la ley dirá», señalaba ayer Gonzalo Romero, quien una vez más hacia hincapié en que el objetivo del ayuntamiento «no es otro que el de conciliar el ocio nocturno con el descanso de los vecinos». Un objetivo que parece no llegar cumplirse nunca. Y prueba de ello es la cruda batalla judicial que enfrenta al Ejecutivo local y la asociación Castelló Sense Soroll y que también salpica a la emblemática zona de las tascas que, pese a haber sido declarada ZAS en 2010, sigue acumulando denuncias y sentencias.
Defensa de las tascas
En este sentido, no hay que olvidar que hace tan sólo un par de semanas Castelló Sense Soroll volvía a poner el grito en el cielo y alertaba de la ineficacia de los toldos antirruido instalados en las calles Isaac Peral y Barracas.
Gonzalo Romero, por su parte, aseguraba ayer que tanto las tascas como Lagasca están cumpliendo «todas las normas vigentes».
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