..la mayor parte de las atenciones en Castellón son por conflictos intergeneracionales..
El 5% de los hogares con menores necesita de la intervención externa para salir adelante en la capital.Los centros de apoyo de la provincia tratan en un año a más de 6.000 familias, la mayoría con adolescentes.
Mediterráneo - 18/10/2010 - MARIBEL AMORIZA
- La llegada de la adolescencia, una etapa de profundos cambios para los menores. ELISENDA PONS
La llegada de la adolescencia, una etapa de profundos cambios para los menores, resulta cada vez más conflictiva para las familias en la sociedad contemporánea.ELISENDA PONS
Hace apenas unos días, seis menores fueron detenidos en la capital como presuntos autores de disparos de escopeta en la ciudad de Castellón, tal y como publicó Mediterráneo. Este hecho, que causó gran alarma y alguna lesión entre los vecinos de calles como Espronceda y Pintor López, es solo un ejemplo de las muchas detenciones de jóvenes que aún no han cumplido los 18 que se producen en la provincia y suponen la llamada de atención sobre un problema de fondo creciente en la sociedad contemporánea, las enormes dificultades que tienen cada vez más familias para educar a sus hijos.
De hecho, son miles los padres castellonenses que piden ayuda externa porque ya no saben cómo tratar a los adolescentes, con los que el conflicto intergeneracional dentro del hogar tiene consecuencias más y más serias.
Desde la Conselleria de Bienestar Social informan que los Servicios Especializados de Atención a la Familia (Seafi), junto al centro de orientación y mediación, que trabajan en la provincia de Castellón, atendieron en el 2009 a 4.781 hogares, una cifra que solo en el primer trimestre de este año alcanzó la cifra de 1.547 familias, por lo que el 2010 se cerrará con un total superior a los 6.000 casos, de los que la mayoría tienen que ver precisamente con los conflictos entre padres e hijos.
Situación de riesgo
Mar Mulet, responsable del Seafi de la capital, dependiente de la Concejalía de Bienestar Social del Ayuntamiento desde su creación en el año 2004, aporta un dato que da idea de la dimensión del problema. Señala que "se estima que un 5% de la población de menores de edad está en situación de riesgo, es decir, que forma parte de familias que necesitan apoyo externo, bien durante un periodo de tiempo corto o más prolongado, para salir adelante". En el caso de los adolescentes, esa proporción es de tres de cada diez.
En este sentido, Mar Mulet pone de manifiesto que, dentro de los casos que atienden en el servicio, "las situaciones de conflicto con adolescentes son mayoritarias y más complicadas, en función de cómo ha sido su educación previa, es decir, si no ha habido pautas previas de conducta, con límites claros, o si han vivido en un ambiente de sobreprotección para enfrentarse después a una exigencia de gran autonomía". En este ámbito, el centro recibe un "volumen elevado de peticiones de intervención o de valoración por presuntas faltas o delitos cometidos por menores, de los que la mitad acaba con la apertura de un expediente", explica.
Cambio brusco
La responsable del Seafi de Castellón, explica que "esta sociedad actual no permite el paso progresivo desde la niñez hasta la adolescencia, que se realiza en forma de ruptura".
Desde el punto de vista de la experta en el tema, se producen muchas situaciones en las que "los chavales dan un auténtico salto en el vacío al pasar de depender totalmente de la familia a hacerlo de los amigos que, a menudo, suponen un entorno que les exige más autonomía que la que son capaces de asumir, tanto los jóvenes como las familias".
Mar Mulet añade que "se observa que esta ruptura está siendo más brusca, porque la relación previa a la llegada de la etapa de la adolescencia es más de dependencia, de protección exagerada, con lo que el cambio es más duro para todos, con mucho estrés para los padres y dificultades serias para todos en el hogar".
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