El ruido nocturno en fin de semana supera el de una mañana laborable
El botellón ha centrado la mesa redonda 'Lucha contra el ruido nocturno. Causas y consecuencias', celebrada en el marco de las VIII Jornadas de Medio Ambiente, organizadas por Madridiario.
Madridiario - 24-11-2010 - Carmen M. Gutiérrez - Fotografías: Diego Sánchez
El botellón en Madrid es uno de los temas más candentes de la actualidad madrileña. La próxima aprobación de una norma que endurece las denuncias por beber en la calle ha sido uno de los temas principales de la mesa redonda. Según explicó el director del Departamento de Calidad, Control y Evaluación Medioambiental del Ayuntamiento de Madrid, Manuel Tuero, la nueva ordenanza sancionará con multas de 600 y 1.200 euros, en caso de reincidencia o especial gravedad, a las personas que consuman bebidas por la noche en la vía pública o espacios privados de uso público, y causen molestias de ruido y de suciedad.
Además, el portavoz municipal indicó que se están haciendo mapas de ruido en zonas como Aurrerá, Azca o Chueca. Los resultados facilitarán la toma de medidas que pueden ir desde prohibir la apertura de nuevos bares de copas en la zona a reducir los horarios de los locales de ocio nocturno. Los datos del Ayuntamiento apuntan que hay zonas en las que las noches de los fines de semana son más ruidosas que una mañana de día laborable.
El perfil del botellon
El perfil de las personas que hacen botellón, según una encuesta entre los jóvenes realizada por el Ayuntamiento de Vigo y utilizada por el de Madrid, es el un joven con estudios secundarios (52 por ciento) de los casos, que estudia (63 por ciento) y vive con su familia (76). Según explicó Tuero, "nadie hace botellón cerca de su casa". El dato concreto es que el 67 por ciento no realiza esta práctica cerca de su hogar. Otros datos que resultan llamativos indican que la mayor parte (32 por ciento) cree que el botellón no es ningún problema y considera cívico el comportamiento de los asistentes a estas reuniones (63 por ciento).
La directora gerente de la Agencia Antidroga de Madrid, Almudena Pérez, también aportó datos sobre el consumo de alcohol entre los jóvenes. Según la encuesta escolar de la Comunidad de 2008 -la de 2010 está apunto de publicarse-, el 52 por ciento bebió alcohol en el último mes. Además, Pérez destacó que la mayoría de los jóvenes no percibe ningún riesgo en el consumo de esta droga. "Las chicas son las que más consumen hasta los 16 años. Después, predomina el consumo entre los varones". La encuesta también refleja que los jóvenes beben alcohol, en este orden, por el sabor de la copas, para divertirse, para olvidarse de los problemas, para buscar nuevas emociones y para superar la timidez.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Empresarios por la Calidad del Ocio Nocturno, Dionisio Lara, indicó que durante una noche de fin de semana pueden salir en Madrid entre 600.000 y 700.000 personas a las que hay que sumar las que hacen botellón. El resultado es que "la noche se transforma en algo complicado para el descanso vecinal, que es importantísimo".
Lara aseguró que el botellón perjudica los propietarios de bares porque la suciedad que genera en la calle es achacada al conjunto del ocio nocturno, por lo tanto, también a ellos. "Pedimos que se aplique la ley antibotellón, al igual que en nuestro sector se aplican las normas que nos afectan", exigió. También llamó la atención sobre los efectos negativos en el sector que suponen medidas como reducir el horario de apertura de bares. Por último, señaló que el argumento de que las copas son muy caras, esgrimido por la gente que hace botellón, es equivocado, porque en el resto de Europa los precios son más altos. "Es una moda más que otra cosa", sentenció.
Otros ruidos
Como representante de los vecinos en la mesa redonda, intervino Francisco Caño, de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos (FRAVM), quien sostuvo que el problema del ruido en Madrid surge no solo del botellón, sino de otras causas, como el aeropuerto, las líneas ferroviarias, las autovías, los coches, las ambulancias, etcétera. "Se va el botellón y viene el camión de la bsasura... ahora que íbamos a cerrar los ojos", ilustró Caño.
La propuesta de la FRAVM consiste en que se realice un estudio integral para atacar todas las causas y se creen mesas de diálogo donde "se estudien soluciones entre todos para cambiar el modelo de ciudad, que verdaderamente está bastante alterado por las noches". Además, el portavoz vecinal se mostró escéptico con los resultados de la nueva ordenanza que prepara el Ayuntamiento.
Ante esta propuesta, el director del Departamento de Calidad, Control y Evaluación Medioambiental del Ayuntamiento de Madrid indicó que la respuesta a las 25 llamadas y 100 quejas por escrito que le llegan cada día por causa del ruido no puede ser decirles que se va a crear una mesa de diálogo.
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