SEGOVIA
El exceso de ruido persiste en verano al frente de las quejas vecinales
Las asociaciones de vecinos clausuran parcialmente su actividad durante la temporada estival, en la que se dedican a las fiestas patronales
El Norte de Castilla - 12.07.11 - SARA MORÁN | SEGOVIA.
«El curso para las asociaciones de vecinos comienza el 1 de octubre y acaba el 30 de junio», declara el presidente de la Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos de Segovia, Juan Bautista Mullor. En este paréntesis estival y de vacaciones, que en cierto modo arranca con las Ferias y Fiestas de San Juan y San Pedro de la capital, la actividad queda bajo mínimos salvo para las organizaciones de as pertinentes celebraciones. Así lo esboza Mullor, quien expone que «el movimiento vecinal en la federación por estas fechas es bastante bajo; en cambio en el resto de barrios están trabajando bastante de cara a sus fiestas, como es el caso de San Lorenzo», declara.
Las reivindicaciones por parte de los vecinos también descienden en esta época del año. Sin embargo, hay una queja que no baja el ritmo y que incluso detona aún mayor malestar entre los ciudadanos: el exceso de ruido. Lo que más denuncian los vecinos en verano es la contaminación acústica, el no poder descansar por el jaleo callejero nocturno. También con el estío y las vacaciones hay más riesgo porque la afluencia de gente aumenta en las calles hasta más altas horas de la noche. Capítulo aparte merece el botellón, práctica cada vez más de moda entre los jóvenes.
Uno de los barrios más castigados por el ruido e incluso el vandalismo que se producen durante las salidas nocturnas es San Millán. Los vecinos han vuelto a alertar de este conflicto. También la calle Infanta Isabel, conocida popularmente como la 'calle de los bares', es otro de los puntos neurálgicos de la 'movida' que suele desencadenan las reclamaciones de los vecinos que no logran conciliar el sueño.
En menor medida también se reciben quejas sobre el tráfico o las deficiencias de las calles. «Una vez recibidas las quejas, la asociación las cursa tan pronto como se reciben», sostiene Mullor.
Las organizaciones vecinales tienen un carácter altruista, pero no gozan de un amplio número de miembros. El voluntariado está en crisis, y en este tipo de agrupaciones cívicas también. El presidente de la federación segoviana no duda de que «el mayor problema de las asociaciones de vecinos es la falta de voluntarios para renovar las juntas de directivas».
A la nueva corporación municipal surgida de las últimas elecciones, Mullor le solicita más canales de participación ciudadana.
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