Vecinos del Sambil de Chacao ganaron batalla contra el ruido
Conciertos en el anfiteatro excedían el número de decibeles que dicta la norma
El Universal - martes 19 de julio de 2011 - DELIA MENESES | EL UNIVERSAL
Según Martín, la resolución administrativa prohíbe la realización de conciertos en el anfiteatro mientras no se adecue la estructura ENIO PERDOMO
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En la medida en que la ciudad iba perdiendo espacios para la realización de conciertos se intensificaban las quejas de los vecinos del Sambil de Chacao por el ruido estruendoso que generaban los espectáculos en el anfiteatro. Las primeras denuncias de las que tiene registro el Instituto de Protección Civil y Ambiente del municipio (IPCA) datan de 2005, pero a partir de 2010 los eventos en el recinto comenzaron a aumentar en frecuencia, hasta tres por semana y las quejas también se exacerbaron.
La decisión de prohibir este domingo el concierto de David Bisbal (y la de no otorgar más permisos a partir de ahora) es el resultado de un proceso que comenzó en octubre del año pasado y que incluyó varias reuniones con representantes del Sambil.
"Los técnicos del IPCA asistían a cada espectáculo para realizar las mediciones de sonido y llamaban la atención a los productores del evento cuando se excedían los niveles de ruido. Pero es complicado controlar las características de estos conciertos, generalmente estruendosos", explica Rodolfo Castillo, director de Administración Tributaria de Chacao.
Mientras se realizaban los espectáculos que el Sambil ya tenía programados hasta junio de 2011, y que no podía cancelar, se establecieron ciertas normas que no siempre se cumplieron; entre ellas que los conciertos se realizaran solo viernes y sábado y que no se extendieran más allá de las 10 pm.
Hace dos meses la Dirección de Administración Tributaria (DAT) de Chacao solicitó a los representantes del centro comercial que presentaran un proyecto de insonorización para el anfiteatro, que a la fecha no ha sido consignado. Se intentó conocer la posición del Sambil sobre este tema, pero no fue posible conversar con ningún vocero autorizado.
"En la alcaldía hemos hecho un esfuerzo para atraer a la gente al municipio, pero esto tiene que combinarse con el derecho de los vecinos a vivir en paz", alega Castillo.
Para Eduardo Martín, consultor jurídico del IPCA, la solución pasa por adecuar la estructura. "Un anfiteatro es una construcción que no está diseñada para utilizar sonido amplificado. Allí se pueden realizar otro tipo de eventos pero hasta la fecha se ha venido haciendo un uso indebido de la estructura y de allí la prohibición y la petición de adecuar el espacio", explica Martín.
Judith Calderón, del consejo comunal de la zona 1, dijo que los conciertos en el anfiteatro se convirtieron en una amenaza para el descanso de los vecinos de la zona, especialmente para los niños y las personas mayores. La comunidad lamenta que sean tan pocas las armas con las que cuentan los ciudadanos para enfrentar el ruido.
Para lograr que sus reclamos fuesen escuchados, se recogieron 186 firmas solo entre los vecinos de la calle Élice y otros edificios cercanos al Sambil, pero también llegaron denuncias de Bello Campo y de la zona sur de Altamira. Fue una batalla de más de 10 meses que requirió mucha perseverancia, pero que al final rindió frutos.
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