Castellón
Castelló Sense Soroll critica la falta de vigilancia para evitar ruidos en Lagasca
La asociación denuncia el incumplimiento de las medidas correctoras contempladas en el Plan de Acción Zonal aprobado en 2008
Las Provincias - 24.02.11 - V. GIL | CASTELLÓN.
Uno de los locales de ocio más populares de Lagasca. :: LP
Tras varios meses de silencio, la asociación Castelló Sense Soroll ha vuelto a alzar la voz para denunciar el incumplimiento de las medidas correctoras contempladas en el Plan de Acción Zonal (PAZ) para evitar molestias por ruido a los vecinos de Lagasca. En concreto, la entidad lamentó ayer, a través de un comunicado, que «el Ayuntamiento de Castellón nunca ha activado plenamente las acciones diseñadas en 2008 con el objetivo de atajar la contaminación acústica de dicho entorno, como por ejemplo la instalación de limitadores que permitan la inspección telemática del correcto funcionamiento de los locales de la zona».
Asimismo, desde Castelló Sense Soroll advierten de que dichos establecimientos «tampoco están cumpliendo los horarios de cierre establecidos por la ley», algo que lamentan, pasa inadvertido, ya que no hay vigilancia permanente en la zona tal y como exige el citado Plan de Acción Zonal. «Son especialmente molestos para los vecinos los alborotos, los gritos, las conversaciones en voz alta, las discusiones, los cánticos, el gamberrismo y los destrozos», que dicen se producen «intermitentemente durante todas las noches de jueves a sábado». Una lamentable situación que, aseguran, se podría evitar si la Policía Local aplicará estricta y metódicamente la Ordenanza Municipal de Convivencia Ciudadana de la que se dotó el Consistorio el 18 de mayo de 2008».
Así pues, desde la asociación mostraron su confianza en que el equipo de gobierno y los cuerpos de seguridad tomen «las medidas oportunas» e, igualmente, expresaron su deseo de que «el Ayuntamiento cumpla el compromiso de introducir en el próximo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) la prohibición de instalar discotecas en los suelos residenciales», lo que dicen «garantizaría en un futuro que ningún barrio urbano padezca la contaminación acústica que actualmente afecta a los vecinos de la calle Lagasca y su amplio entorno».
Deficiencias en las tascas
Por otra parte, el colectivo también hizo referencia a la situación que se vive a día de hoy en las tascas, zona declarada acústicamente saturada a finales de 2010. Y es que aunque Castelló Sense Soroll valora «muy positivamente» dicha declaración, considera «insuficientes» las medidas correctoras aplicadas para evitar molestias vecinales. «A falta de instalar los toldos fonoabsorventes anunciados por el Consistorio, lo cierto es que los habitantes de la zona siguen teniendo problemas a la hora de acceder a sus viviendas, parkings y negocios debido a la aglomeración de clientes en la vía pública», denuncian. «Sólo ha habido una ligera mejoría en el horario de cierre y en la limpieza de las calles», añaden.
Pese a todo, el comunicado advierte de que el colectivo «no estuvo, no ha estado, ni estará nunca a favor de que desaparezcan o cierren las tascas, sino que lo que pretende es luchar por el cumplimiento de las normativas vigentes, aunque ello implique terminar con los privilegios de los que gozan los negocios de dicho entorno en relación al resto de bares y restaurantes de Castellón».
Así pues, y a la espera de ver qué efectividad tienen los toldos fonoabsorventes a la hora de reducir la contaminación acústica, desde Castelló Sense Soroll consideran que «lo más eficaz y lo menos discriminatorio con el resto de bares y restaurantes de la ciudad, así como lo más práctico para mantener las calles limpias y garantizar el acceso a los vecinos a su propia vivienda, sería que los negocios ubicados en la zona de las tascas se limitaran a ejercer su actividad en el interior de sus locales, como hace todo el mundo, de acuerdo al aforo que tienen y por el que pagan sus impuestos correspondientes».
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