NUEVO: REVISION 2013 MAPA RUIDOS CASTELLON

Está a exposición pública la revisión del plan acústico municipal de 2007. Consulta los documentos pinchando en este enlace.

sábado, 5 de febrero de 2011

Ruido y espacio público

 

Faro de Vigo – 05-02-11 - Armando Ojea

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Imagine que una iglesia sacase un altavoz a la calle y obligase a oír misa a todos los ciudadanos en muchos metros a la redonda. Lo lógico sería protestar, pues asistir a misa debe ser algo voluntario. Los ciudadanos no tienen obligación de estar interesados en oírla. Posiblemente habría personas, religiosas, a las que les gustaría, aunque ello supusiera imponer sus gustos particulares a todos los ciudadanos. Serían los gustos de algunos contra los derechos de todos. Imagine, todavía peor, que en vez de una sola iglesia lo hicieran todas las iglesias y fuera imposible caminar por la calle sin oír misa.


Pues eso es lo que pasa con muchos locales de hostelería. Se consideran con derecho a sacar altavoces a la calle e invadir acústicamente el espacio público con sus contenidos sonoros. Claro que hay gente a la que le gusta oír el fútbol o la música de esos locales desde la calle. Pero, como en los casos anteriores, los gustos de algunos no pueden pisotear los derechos de todos. La calle no es una iglesia y tampoco es un bar o un pub. Pero parece imposible caminar por la calle sin tener que consumir obligatoriamente esos productos sonoros. Cuando deja de oírse uno, empieza otro. La hostelería no debe tener la bula que no tienen otros sectores para pisotear un derecho tan obvio como es el de no consumir un "producto sonoro" no solicitado.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estimado Sr Ojea: no sé en que pais vive Ud., pero en el que vivo yo (España-Galicia-) sí se obliga a los ciudadanos a oír la misa retransmitida por megafonía en múltiples ocasiones a lo largo del año.

Hay días que en mi casa soporto media docena de misas unas seguidas de otras.

Y hay épocas del año, que con la excusa de las fiestas a todo cuanto san perico de los palotes se le ocurre a los organizadores, oigo misa aunque no quiera durante quince días seguidos...

Y no el digo nada de los festejos y verbenas que con todos los nombres imaginarios del santoral se montan a lo largo del año. Festejos que se oyen a dos y tres km de distancia...

En la zona en la que yo vivo, proliferan tanto que la tercera parte de los fines de semana del año, y todos los fines de semana del verano, siempre hay una verbena en las cercanías emitiendo contaminación acústica a 12.000 watios de potencia y 120 decibelios de ruido.

Todos ellos se consideran con todísimo el derecho del mundo a instalar todos los altavoces posibles e invadir, no sólo el espacio público, sino todo el espacio privado de todos los que tiene la desgracia de vivir en dos Km a la redonda, que son obligados a soportar el desagradable ruido al que los organizadores llaman música.

Por lo demás, completamente de acuerdo con Ud solo que yo le daría la vuelta al argumento: la Ley del Ruido no contempla excepciones ni para las actividades mercantiles, ni para la hostelería, ni para todas las actividades de ocio que nos invaden y nos inunda a nuestro pesar...

Tampoco para los oficios religiosos, ni los católicos ni los de otras confesiones. Y menos para las juergas que, con la excusa de oficios religiosos, se montan en muchos lugares de nuestra geografía.


A ver si se aplica de una vez, que ya va siendo hora: La LEY DEL RUIDO ES DEL AÑO 2003

Saludos.

Anónimo dijo...

Hola, soy Armando Ojea, autor del escrito. Vivo en Ourense capital. Hace algunos años, también en algunos pueblos de la provincia los curas tenían costumbre de sacar altavoces, pero, tras muchas protestas, ya no lo hacen.
Lo de los altavoces emitiendo misa lo escribí meramente a título comparativo. Pensé que la comparación podría hacer entender la idea.
Les invito a visitar este blog: www.nomasmusicaimpuesta.blogspot.com
Armando Ojea