CÁCERES
«No se cumple la normativa sobre ruido en la Plaza y la Madrila»
El sonómetro instalado por dos estudiantes de la UEx en el hotel Arabia Riad constata que la obra y el ocio nocturno son las grandes fuentes de contaminación acústica
Hoy - 07.02.11 - MANUEL-M. NÚÑEZ | CÁCERES.
- LA CIFRA:
- 110 decibelios han llegado a obtener en sus mediciones estos futuros ingenieros de Telecomunicaciones. Aseguran que Cáceres es una ciudad muy ruidosa en sus principales zonas de ocio.
María José García y Ángel González (izda), junto al propietario del Arabia Riad. :: ALTAMIRANO-JORGE REY
El embajador de Brasil ya dio fe de ello. Reservó habitación en el hotel Arabia Riad, un coqueto y acogedor establecimiento de la Plaza Mayor cacereña, pero se fue por piernas. Canceló por anticipado su reserva, desquiciado por los ruidos que le impedían descansar y el panorama que se encontró en el cruce que lleva hacia las cuatro esquinas. Lo cuenta el propio director del hotel, Benito Tena, que ha recibido encantado la iniciativa de dos estudiantes de la Universidad de Extremadura que le han pedido su colaboración para culminar su proyecto de fin de carrera. En la esquina más abandonada de la Plaza han colocado un sonómetro que se encarga de captar cualquier vibración o sonido que se produzca.
Quieren demostrar el contraste que hay entre zonas residenciales del extrarradio y las llamadas de ocio. Han pasado por la Madrila, están en la Plaza y terminarán en la calle Pizarro. María José García y Ángel González, sin embargo, no necesitan esperar a terminar el trabajo para tener las cosas claras. «Cáceres es una ciudad muy ruidosa», aseguran. En la Madrila y la propia Plaza, sostienen, se sobrepasan los niveles límite y no se cumple la normativa.
Han llegado allí por casualidad, pero hasta podría pensarse que el destino les ha unido. Dos profesionales de la medición de la contaminación acústica y un damnificado. Benito Tena mantiene una batalla abierta contra el entorno decadente que rodea a su hotel. Ha llegado a contar a cerca de un centenar de personas en la puerta, todas procedentes de los locales nocturnos. Son personas que salen a la calle a fumar, que lo hacen además acompañadas por sus bebidas y que a medida que avanza la noche van elevando el tono de la conversación. Ese es el panorama de madrugada. Pocas horas después, el ruido cambia de paternidad. Con los primeros rayos de sol el traqueteo de las máquinas de la obra de la Plaza Mayor pasa a ser la referencia principal. El resumen es que tanto allí como en la Plaza de Albatros, en el corazón de la Madrila, los cacereños se encuentran ante dos de los núcleos más sonoros de toda la ciudad. Así lo dice el sonómetro de María José y Ángel.
«Tenemos varias zonas. Las más ruidosas son la Plaza, la Madrila y Pizarro. Luego hay otras intermedias, de tránsito. Y las más tranquilas, las más alejadas del centro. La conclusión es que hay demasiado ruido. En la Plaza y la Madrila se superan bastante los niveles». Mientras van situando su instrumental en una de las cuatro habitaciones que Benito Tena es incapaz de alquilar en su hotel, ya que dan a la Plaza, estos estudiantes de último curso de Ingeniería de Telecomunicaciones opinan que sobre todo en las zonas de ocio, «el ruido es extremo».
«La normativa es completa, pero no se cumple», avanza Ángel González. Su compañera destaca que han podido refrendar un aspecto que han venido denunciando afectados como los 20 vecinos de la Madrila que, a través de la Asociación Cacereños contra el Ruido, piden responsabilidades al Ayuntamiento por permitir la situación de deterioro a que se ha llegado. Como ha informado este diario, la propia fiscal de Medio Ambiente ha instado a tomar medidas «de forma inmediata» tanto al Consistorio como a la Junta.
«El problema es que si se produce una denuncia y llaman a la Policía, cuando ésta llega y hace la medición el dueño del local ya ha bajado el volumen. Los bares no están acondicionados en general, no están aislados, no tienen doble puerta...». «Vamos a dejar el sonómetro durante toda la semana en la Plaza Mayor. Hay mucho trabajo por delante», confirman estos universitarios que han puesto el punto de mira en el impacto del ruido nocturno.
Los datos que manejan aún son provisionales, pero dan lo suficiente de sí como para saber que las reclamaciones de los damnificados y los pasos que ya han dado organismos como la Fiscalía o el Defensor del Pueblo no son gratuitos. En el caso de la Plaza Mayor, que se encuentra inmersa en una obra de reforma que cuando termine habrá durado un año, el impacto del ruido es evidente. «Por el día es la misma obra la principal causa. Por la noche, la movida. A esto se suma que desde el 1 de enero la mayor fuente generadora de contaminación acústica en la ciudad es la gente que fuma en el calle. Salen fuera y no pasa nada cuando están sobrios, pero con alcohol...». Ángel González añade que en la Madrila han programado su instrumental para que siga grabando cuando se supera un nivel predeterminado: «Pretendemos identificar la fuente. Se escuchan voces, explosiones de petardos, de todo...». «Hay un ruido exagerado», insiste. Y da cifras: hasta 110 decibelios han llegado a registrar.
El siguiente objetivo es comprobar cómo afecta a los profesionales de la hostelería. Estudiarán los riesgos laborales de los camareros, con el ruido en primer plano.
CÁCERES
La fiscal pide medidas contra el ruido en la Madrila por razones de salud
Insta a la Junta y al Ayuntamiento a actuar «de manera inmediata» tras recibir un informe del Seprona: en algunos domicilios casi se duplica el nivel que marca la ley
Hoy - 20.01.11 - MANUEL M. NÚÑEZ mmnunez@hoy.es | CÁCERES.
LA CIFRA
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28 decibelios por encima del límite llega a marcar el sonómetro de la Guardia Civil en un domicilio colindante a Plaza de Albatros.
LOS DATOS
- Informe del Seprona. Incorpora mediciones realizadas en domicilios de varias calles de la Madrila. En la fachada exterior de una terraza de Hernán Cortés se obtienen 83 decibelios (db).
- En el interior de un dormitorio de Doctor Fleming, el Seprona obtiene 58 db de ruido. Son 27 db más del valor límite, 31 db con nivel ruido de fondo.
- Lo que dice el Seprona. Se exceden los límites de ruido entre 17 y 26 db en el ambiente urbano exterior y hasta en 28 db el nivel transmitido a local colindante.
- La Fiscalía. Incoa diligencias de investigación penal por un posible delito contra el Medio Ambiente y la integridad de los particulares.
- Medidas. Solicita a la Administración medidas por razones de salud y en un escrito de noviembre pide que se actúe «de forma inmediata» ante el ruido que generan los bares de la Madrila.
Emiliano, Ignacio José, María, Pedro... Son los nombres de algunos afectados, los menciona el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil en el informe que ha hecho llegar a la Fiscalía Provincial y en el que aporta los datos numéricos de las mediciones de ruido que ha hecho en domicilios de la Madrila. En ellos, señalan los agentes en sus conclusiones, se superan los valores establecidos hasta en 28 decibelios, lo que en el caso de una vivienda de Doctor Fleming implica que casi se dobla el máximo legal. La fiscal de Medio Ambiente ha abierto una investigación penal y se ha dirigido al Ayuntamiento y a la Junta de Extremadura para que adopten de forma «inmediata» medidas por razones de salud.
Unos son de fuera y se compraron un piso en Cáceres para pasar los fines de semana. Venir a casa ha pasado a ser un suplicio para ellos. Otros tienen allí su vida diaria y cuando llega el jueves se preparan para sufrir un via crucis. «Hay gente tomando pastillas para dormir. Es horrible», señalan en la Asociación Cacereños contra el Ruido, un colectivo que lleva varios años luchando contra la contaminación acústica y que acudió en 2009 a la Guardia Civil al comprobar que la Administración ignoraba una por una sus denuncias. Y con el Seprona se hizo la luz.
La apertura de diligencias que inició la Fiscalía toma cuerpo de verdad ahora con el informe de los agentes sobre la mesa. Es un trabajo de 66 páginas en el que se hace un detallado análisis de la situación y en el que se da un paso más allá. Además de incluir los resultados de las mediciones de ruido en domicilios de Hernán Cortés, Niza, Doctor Fleming y Santa Teresa de Jesús entre la 1.30 horas y las 6.30 de la madrugada, en sus conclusiones, la Guardia Civil propone «a la mayor brevedad posible» que se adopten medidas preventivas que ya se contemplan en la legislación. Y cita algunas que están incluidas en la Ley del Ruido de 2003 o el Decreto de Reglamentación de Ruidos y Vibraciones. Entre otras: precintado de aparatos, medidas de corrección que impidan el ruido, suspensión de la actividad, exigencia de fianzas e incluso la clausura de establecimientos. Los bares, los que incumplen, están en el punto de mira.
La Fiscalía no se ha cruzado de brazos. Da por hecho que las conclusiones del informe del Seprona «determinan que se sobrepasan los límites permisibles de ruido» y abre una triple vía: incoar diligencias de investigación penal por un posible delito «contra el Medio Ambiente y contra la integridad de los particulares», solicitar a la Junta de Extremadura «la inmediata adopción de las medidas que estime adecuadas para tutelar de modo inmediato la salud y la intimidad de los afectados por los ruidos» y efectuar nuevo informe médico forense. Hasta el momento, ya han sido examinadas dos personas, aunque en las próximas semanas varias más están dispuestas a presentar certificados médicos en los que se deja constancia del deterioro de salud que sufren.
La Fiscalía también ha enviado un escrito al Ayuntamiento en el que señala que las pruebas de fonometría acreditan la emisión de ruido «por encima de lo permitido». Sostiene que el Consistorio tiene competencias para ello y le insta a que tome las medidas cautelares que incorpora el Seprona en su informe. Los afectados esperan noticias. Han puesto su última esperanza en la propia Fiscalía y la Guardia Civil, a la que acudieron hace casi dos años «desesperados», ante la desatención que sentían cada vez que llamaban a la Junta o al Ayuntamiento. Sin embargo, no todo queda ahí. «Vamos a ir 20 afectados a reclamar a la Administración», confirma Cacereños contra el Ruido. Exigen una reparación por daños. «Se han vulnerado nuestros derechos fundamentales y hay pruebas», aseguran. La vía judicial, también por lo contencioso-administrativo, está más cerca.
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