FALTA DE CONTROL
Las zonas saturadas de ruido fracasan transcurridos tres años
La medida no ha ido acompañada de controles de horarios y licencias
La declaración de zonas saturadas de ruido (ZAS), aprobada por el gobierno local el 25 de febrero del 2008, no ha conseguido el objetivo principal que pasaba por reducir la contaminación acústica en las calles con locales de copas. Así se lo ha hecho saber al Concello la Asociación Viguesa contra el Ruido y, ante la falta de respuesta, al Valedor do Cidadán.
La asociación confirma que el nivel de ruido sigue igual que hace tres años porque no existe vigilancia. Tal es el alboroto en zonas como el entorno de Rosalía de Castro, que a diferencia de otros espacios de la ciudad, los vecinos no son conscientes de que la ley antitabaco haya contribuido a empeorar la situación.
Tráfico
Uno de los mayores problemas se registra con el tráfico, según explica la asociación contra el ruido. Bocinazos, acelerones, tubos de escape de las motos y estacionamiento en doble fila están a la orden del día, sin que, a su juicio, exista ningún tipo de control.
Otro de los aspectos que más preocupan es el incumplimiento del horario de cierre, teniendo en cuenta que una hora más tiene mucha más trascendencia al tratarse de altas horas de la madrugada.
La Asociación Viguesa contra el Ruido denuncia que no hay un control efectivo del cumplimiento de la ley y que, por el contrario, existe un dejar hacer por parte de las autoridades locales. Por este motivo en los próximos días volverán a empapelar las calles y los edificios con carteles de protesta como ya lo hicieron en ocasiones anteriores. Reclaman una vez más que los locales de copas se sitúen en inmuebles no residenciales y que se reúna la comisión municipal de ruido, prácticamente inoperante.
Al margen de la demanda anterior la entidad pide que se elimine el botellón de la Plaza de la Estrella por el trasiego de gente y alboroto que genera de madrugada en los viales próximos, cuando se inicia el traslado a locales de copas.
Los vecinos sospechan que algunos de los pubs no reúnen todas las condiciones para funcionar como tal, de ahí que tras sucesivas demandas al Concello de Vigo sin conseguir una solución hayan recurrido al Valedor do Pobo para que interceda en su problema.
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