La dueña de una academia de baile absuelta de causar molestias a los vecinos
ABC - 07-07-2011 / 16:30 h
Por su parte la defensa sostuvo que el local, clausurado en 2008, estaba "correctamente acondicionado".
La sentencia de la Sección Quinta a la que ha tenido acceso hoy EFE, el tribunal no aprecia "delito alguno" en la acción de la propietaria del local, y la absuelve.
El vecino que interpuso la denuncia asegura que durante los "7 u 8 años" que funcionó la academia Tandy's, ubicada en la calle Monte Carmelo de Valencia, en el barrio de Marxalenes, él y su familia sufrieron "ruidos de música y gritos y la vibración de la casa".
Según sostiene, debido a ello sufre excitabilidad, y su mujer tiene "ansiedad, depresión y alteraciones del sueño", además de que "se ha ido deteriorando", porque trabajaba en turno nocturno en el hospital La Fe y "no podía dormir de día, por culpa del local".
Además, su hijo, de ocho años, padece "trastornos del sueño" y "miedo a los ruidos", por lo que siempre duerme acompañado de su padre.
En el juicio afirmó que la junta de vecinos envió "varias" reclamaciones al Ayuntamiento, y que los técnicos municipales inspeccionaron el local pero "dijeron que todo estaba bien", a pesar de lo cual "los ruidos, gritos y música seguían", y decidió denunciar.
La dueña de la academia, que ofrecía clases de ballet clásico y bailes de salón, insistió ante el juez en que contaba con la autorización pertinente para ejercer la actividad, y afirmó que desde que abrió el local, en 2002, nunca ha recibido quejas.
Cerró la escuela cuando en 2008 recibió una orden municipal después de que no le renovaran la licencia.
La sentencia recoge que, después de las quejas de los denunciantes, una inspección municipal efectuada en abril de 2008 determinó que el local no se encontraba debidamente insonorizado y que así se puso en conocimiento de la dueña de la academia, para que subsanara las deficiencias.
Señala que, al no acometerse las obras pertinentes, tres meses después se dicta una resolución por la que se ordena el cese de la actividad de la academia del baile, decisión que la acusada acató y desde esa fecha cerró el local.
No obstante, la mujer llevó a cabo una serie de obras para mejorar la insonorización de la sala y encomendó a un técnico la realización de un informe acústico que certificó que la emisión de ruido al exterior del local era igual o inferior a los niveles máximos permitidos en el horario diurno en el que se realizaron las mediciones.
Las inmisiones sonoras del domicilio de los denunciantes no pudieron llevarse a cabo, pues sus titulares denegaron al técnico el acceso al domicilio.
Según determina el juez, si bien es cierto que la mujer del matrimonio, que padece ansiedad, depresión y fibromialgia, ha visto agravados sus padecimientos en los últimos años, no resulta acreditado que se deba a los ruidos de la academia.
Concluye también en ese sentido sobre los problemas para conciliar el sueño denunciados por del marido y su hijo, y niega su relación con la actividad del local.
Por otra parte, absuelve a la procesada de los delitos de lesiones y coacciones que se le imputaban, por no resultar en su opinión demostrados. EFE
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