Según un estudio de AECOR, un tercio de los españoles soporta un ruido nocturno excesivo
Los vecinos del centro, los que peor descansan debido al ruido
El Digital – 01-07-11 - Cuenca - Local | Berta López
Calderón de la Barca, Carretería, Plaza de España y determinadas zonas del Casco son las que acumulan exceso de estímulos acústicos por la noche que impiden el correcto descanso, especialmente durante el verano. El Ayuntamiento tiene en marcha un plan especial para hacer frente al exceso de ruido.
El excesivo ruido nocturno hace que muchos conquenses duerman mal.
Si usted vive en el centro de Cuenca, junto al Campus universitario o en determinadas zonas del Casco Antiguo próximas a establecimientos de restauración —principalmente bares— es posible que sea una de las cientos de personas que tienen problemas para conciliar el sueño debido al excesivo ruido ambiental que puebla las noches de estos barrios conquenses.
Según un estudio de la Asociación Española para la Calidad del Ruido (AECOR), el problema es mucho más común de lo que parece: un tercio de los españoles no descansa bien por las noches debido al ruido excesivo. Y es que el 32% de los ciudadanos, también los de los citados barrios de Cuenca —los más conflictivos en cuanto a ruido— está sometido a un nivel de ruido ambiental superior a los 55 decibelios durante la noche y el 24% reciben un impacto que supera los 65 decibelios de media durante las 24 horas del día, según AECOR.
Lucha contra el ruido
Desde el Ayuntamiento de la capital explican que ya la anterior Corporación puso en marcha un Plan de Actuación Acústica a favor de la sostenibilidad ambiental en el municipio de Cuenca, de tal modo que se viene controlando, en la medida de lo posible, el ruido en la ciudad tanto de día como de noche, para garantizar que los niveles no sobrepasan el límite saludable.
Según la encuesta realizada al efecto para saber la situación del ruido en la ciudad, “el 60% de las personas encuestadas valora que el nivel del ruido es medio y que este ruido está producido fundamentalmente por el tráfico (51,87%), las actividades de ocio (22,12%) y las obras (17,19%).
A pesar de que Cuenca no se encuentra entre los municipios de más de 100.000 habitantes que deben tener hecho su mapa de ruidos antes de 2012, lo cierto es que la concienciación por parte de las administraciones es grande. Tanto es así que el mencionado Plan de Actuación Acústica incluye un convenio con la Universidad de Castilla-La Mancha para elaborar el mencionado mapa de ruido, que está en proceso.
Ordenanza y sanciones
El 15 de diciembre de 2010 se publicaba en el BOP la ordenanza municipal que regula la contaminación acústica. Merced a la misma, la Policía Local de Cuenca lleva a cabo campañas periódicas de control de ruido en vehículos (especialmente motos y ciclomotores), locales de ocio e incluso viviendas y coches estacionados en la vía pública.
Y es que con la crisis económica, uno de los fenómenos que más se está dando en Cuenca es el incremento significativo de fiestas en pisos y en coches estacionados, que provocan más ruido por la noche y que prácticas merecedoras de sanción. Cuenca es una de las ciudades menos conflictivas en cuanto a ruido, pero tiene también sus carencias.
El sueño podría ser “un problema de salud pública”
El problema del sueño afecta cada vez a más niños y adolescentes, llegando a darse incluso en bebés, pero hasta el momento el desconocimiento en la sociedad es grande. La jefa del Servicio de Neurofisiología del Virgen de la Luz, Mª Ángeles García, comenta que ni los padres ni tampoco los profesores, e incluso ni siquiera los propios pediatras, son conscientes “de la importancia que tiene el sueño y los problemas que puede causar la falta de sueño o dormir mal”.
García cuenta que “hay una idea generalizada de que el sueño es una especie de pérdida de tiempo, que mientras estás dormido no haces otra cosa. Pero eso no es así y hay que decirlo”. Y es que durante el sueño “se liberan una serie de hormonas necesarias para la vida y además se organiza el conocimiento en el cerebro, de modo que dormir poco y mal trae muchas complicaciones”.
Problemas asociados
Los resultados de los estudios muestran que los niños y adolescentes que duermen menos y peor presentan más problemas de aprendizaje, de rendimiento escolar, de obesidad, de crecimiento porque “la hormona que lo regula se libera en la fase más profunda del sueño y a menos horas, menor cantidad de hormona liberada”, mientras que quienes peor duermen son también más propensos a sufrir diabetes o tener la tensión alta.
Eso por no hablar de la hiperactividad: “En los adolescentes, la falta de sueño provoca somnolencia diurna. En los niños, se está empezando a asociar con hiperactividad y síndrome de piernas inquietas” advierte García.
Para la especialista “esto se convertirá al final en un problema de salud pública al mismo nivel de la obesidad. Pero de momento es una cuestión olvidada”.
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