Francisca Fdez. Perandones - Vigo
No sé si saben que en estas últimas décadas los profesionales de la educación además de enseñar a leer, escribir y contar con mayor o menor acierto, hemos puesto especial empeño en transmitir valores transversales como la ecología, el respeto a las diferencias, la democracia, el trabajo en equipo, el diálogo, el espíritu crítico, la creatividad, etc.
Me emocionaba comprobando como, ¡por fin!, jóvenes formados de esta manera, entre botellón y botellón (quizás como vía de escape) venían fraguando alguna manera de solucionar este "prototipo de sociedad" a la que nos estamos viendo abocados.
Ha hecho falta una chispa para encender una gran hoguera pacífica, constructiva, respetuosa, en la que caben todos/as... Cometerán muchos errores, a veces nos molestarán, o quizás se desmadren un poco los más impulsivos...
Pero estamos asistiendo a una revolución de lo más silenciosa y democrática. Se acabó el momento de "pasar de todo y alienarse", como se nos aconsejaba en cualquier conversación cuando alguien señalaba algo que no estaba bien a su alrededor. No es que no pensaran, es que estaban madurando una nueva concepción del mundo y para ello hace falta tiempo, alguien que empiece y parece ser que ha hecho falta muy poco para que la mecha se haya encendido.
Una nueva generación toma el relevo acogiendo a personas de distintas edades, clases sociales, mentalidades, a personas discapacitadas... No, no intentemos clasificarlos en nuestros "arcaicos clichés"; no son una panda de gamberros, ni hippies, ni rojos, ni ultras... Son gente que está trabajando de otra manera, que están organizándose, pensando, creando... Creo que podemos estar más tranquilos porque otra generación ha empezado a funcionar.
Docentes y padres que me leáis, quizás hemos fallado en enseñar bien las matemáticas o la geografía, pero hemos creado entre todos una nueva mentalidad ¿No os reconocéis en ella? Espremos que el esfuerzo realizado cada día entre padres y docentes sea recompensado. Les hemos hecho pensar durante todos estos años y ahora empiezan a concretar. Démosles tiempo y oportunidades. ¡Quizás nos sorprendan!
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