Petrer-Alicante. Crean en Petrer una plataforma ciudadana contra el ruido nocturno en las zonas de ocio

Nueva asociación contra el ruido.

El colectivo abre una página en Facebook para agrupar a los afectados y comienza a recoger firmas

Diario Información – 17-06-11 - PÉREZ GIL

Imagen de una terraza instalada en la vía pública en un concurrido barrio de Petrer.  JESÚS CRUCES

El colectivo abre una página en Facebook para agrupar a los afectados y comienza a recoger firmas para exigir al equipo de gobierno la aplicación de una ordenanza de terrazas más justa y restrictiva en materia de horarios, que permita conciliar el derecho al ocio y al descanso

Los vecinos de Petrer afectados por la contaminación acústica procedente de la actividad nocturna de las terrazas de cafeterías, heladerías, bares y pubs han creado la Plataforma Petrer Contra el Ruido para exigir la actualización y aplicación de una normativa más restrictiva que la vigente en materia de horarios, que permita conciliar el derecho al ocio de las personas y al descanso de quienes viven cerca de los establecimientos.

Con tal fin el colectivo ha comenzado a recabar adhesiones a través de Facebook y firmas de apoyo en hojas que llevan el siguiente encabezamiento: "Frente a los ruidos molestos no hagamos silencio. Basta de ruidos. Basta de contaminación acústica. Por una ordenanza de terrazas más justa en la vía pública". Que es, precisamente, la principal reivindicación que la Plataforma quiere plantearle al alcalde, a quien también van a pedir que garantice la ejecución de todas las infracciones por ruido.

"Queremos hacerle saber a Pascual Díaz -destacó ayer el portavoz del colectivo José Luis Illescas Verbo- nuestro desacuerdo unánime por la mala gestión acústica-ambiental y por legitimar licencias de terrazas que no cumplen ni se ajustan a la ordenanza legal con la que el Ayuntamiento cuenta hoy en día y en la que se basa para otorgarlas".

Al primer edil responsabiliza este grupo de afectados, compuesto inicialmente por varias decenas de vecinos, de falta de predisposición a remediar eficazmente un problema que se está agravando y manifestándose cada día entre un mayor número de ciudadanos. "Y esta falta de voluntad nos aboca al sufrimiento, a la ansiedad y al estado de nervios que nos suscita cualquier terraza en la vía pública que no está sujeta a una normativa rigurosa con un horario de cierre justo y prudencial. Por eso reclamamos -subraya Illescas Verbo- un control acústico-ambiental que respete a todos los viandantes y a cualquier comunidad de vecinos que comparte espacio común o tiene una terraza en los bajos de su vivienda".

Petrer Contra el Ruido quiere dejar bien claro que no está en contra de todas las terrazas que cafeterías, heladerías, pubs y bares instalan en la calle cuando llega el buen tiempo. Sólo está en contra de las que no respetan la convivencia vecinal porque incumplen el derecho a la intimidad y al descanso en el propio domicilio. "Pero esta convivencia es perfectamente viable. Bastaría con hacer cumplir rigurosamente un horario de cierre de terrazas y respetar un espacio peatonal mínimo en las aceras para facilitar el paso", apunta el portavoz del colectivo haciendo mención a la propuesta de horarios planteada por la Plataforma. Una propuesta que implicaría el cese de la actividad en las terrazas a las 23 horas de lunes a jueves y también los domingos, y hasta la 1.30 horas los viernes y sábados. En lo tocante al espacio peatonal, el colectivo considera "razonable" un mínimo de 1,5 metros reales de distancia entre la silla ocupada y el borde de la acera, pero siempre y cuando no se impida el acceso a los portales residenciales.

Cien denuncias y dos años de ansiedad por las molestias de un pub
El portavoz de Petrer Contra el Ruido ha interpuesto cien denuncias en cuatro años por las molestias que le produce, en el tercer piso donde vive, el ruido de un pub situado en los bajos del mismo edificio. "En verano es imposible abrir la ventana por el gentío y el griterío que hay en la calle y esto es insoportable", dice José Luis Illescas lamentando que todos sus requerimientos al Ayuntamiento para que haga cumplir la actual normativa no han servido de nada.

"Lo único que he conseguido es sufrir un cuadro de ansiedad diagnosticado que me ha obligado a estar dos años bajo tratamiento médico". Él vive en el barrio de San Jerónimo pero dice que este problema lo están padeciendo los propietarios de muchas viviendas de otras zonas donde también hay locales de ocio. "Nosotros estamos indefensos ante el ruido pero el ayuntamiento está sordo ante el problema", concluye.