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NUEVO: REVISION 2013 MAPA RUIDOS CASTELLON
Córdoba. Estudia cambiar el pavimeto de adoquines de una calle con mucho tráfico.
Córdoba
Adoquines con demasiado ruido
El Plan de Movilidad Sostenible aboga por cambiar el pavimento de la céntrica calle, colocado en 2005
El Plan de Movilidad Urbana Sostenible apenas menciona a la calle Alfaros, en primera línea de la actualidad desde que este lunes la Gerencia de Urbanismo comenzase a tramitar su declaración de zona acústicamente saturada (ZAS), pero las contadas veces que sí lo hace realiza una mención expresa al alto nivel de ruido que soportan los vecinos de esta céntrica vía. En concreto, el documento cita a Alfaros cuando se detiene en las medidas que es preciso tomar para mejorar el asfalto. Así, en la página 150 del proyecto se lee que «en la práctica se ha determinado una vía cuyo nivel de ruido se está viendo fuertemente afectado por su pavimentación; éste es el caso de la calle Alfaros». Y añade: «Es una calle con adoquinado de textura rugosa, provocador de mucho ruido y que se debería modificar para reducir los altos niveles de ruido por los que se ven afectados los residentes de la zona».
En mal estado
Llama la atención que el Plan de Movilidad Urbana haga la recomendación de sustituir el asfalto de Alfaros cuando éste sólo lleva instalado apenas cinco años, y ello a raíz de la remodelación que se llevó a cabo en la vía en cuestión entre 2004 y 2005 con un coste que superó los 310.000 euros. Se trató de una intervención de calado en la calle y que estaba demandada desde hacía años por sus vecinos, que además de por el ruido del que ya quejaban entonces también habían lamentado en reiteradas ocasiones el mal estado del asfalto. La obra, que se dividió en dos fases, fue la intervención estrella de la actual teniente de alcalde de Presidencia, Rosa Candelario, en su primera etapa en el Ayuntamiento, aún con Rosa Aguilar como alcaldesa.
Los vecinos llevaban años de reivindicaciones hasta que el Consistorio fue receptivo a sus peticiones y tuvo el tiempo, el dinero y la disposición para adecentar el pavimento y las aceras de la calle que ahora vuelve a primera línea de la actualidad. Que vuelve o que sigue en ella, porque lo cierto es que la queja de sus residentes, con frecuencia cargada de razón, es una noticia que ha acabado por ser recurrente en esta ciudad. Sus moradores se han encargado con éxito de no faltar en las crónicas de la ciudad. Prueba de ello es que en marzo del año pasado comenzaron a colocar en sus balcones banderolas reivindicativas para que, precisamente, el Ayuntamiento tomara medidas contra el ruido que hacían los vehículos al circular por la vía en la que se sitúan sus casas, en gran medida por las malas condiciones de los bordillos para absorber la contaminación acústica.
Las historias que han trascendido estos años acerca de los problemas de los vecinos para conciliar su vida familiar con las molestias derivadas del ruido han sido pródigas y, en ocasiones, bien ilustrativas de los problemas a los que se enfrentan a diario. «Es imposible conciliar el sueño en estas condiciones, con este tráfico tan intenso: aunque tenemos doble acristalamiento en nuestra habitación, el ruido no nos deja descansar», aseguraba a ABC una vecina en febrero de 2010.
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