NUEVO: REVISION 2013 MAPA RUIDOS CASTELLON

Está a exposición pública la revisión del plan acústico municipal de 2007. Consulta los documentos pinchando en este enlace.

lunes, 18 de abril de 2011

Murcia. Denuncias sin respuesta.

REGIÓN MURCIA

Ruido de denuncias

La Verdad - 17.04.11 - DANIEL VIDAL |

Los hosteleros del municipio de Murcia han pedido instalar cien terrazas desde enero y las asociaciones de vecinos empiezan a quejarse de las molestias que ocasionan por el ruido

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Divino tesoro. Un grupo de jóvenes se divierte en la zona de Las Tascas, en Murcia, uno de los barrios más conflictivos. :: NACHO GARCÍA

Sólo en 2010 hubo 450 demandas vecinales por los excesivos decibelios de la vida nocturna. El problema va a ir a más por la proliferación de terrazas y la 'invasión' de la calle por parte de los fumadores

El Ayuntamiento de Cartagena hizo oídos sordos cuatro veces a la solicitud de información del Defensor del Pueblo

Un juez condenó en 2009 a los dueños de un bar de Archena a dos años de prisión y 60.000 euros de indemnizaciones

Envenenado, empedernido, contagioso, mentiroso, entrometido, escandaloso. Puro y duro. Descastado, mal nacido, enloquecido o intolerable son los sentimientos que le evoca a Joaquín Sabina el «silencioso ruido» en uno de sus temas más conocidos y reproducidos en los bares. Una letra de tantas obtenida, arriesgado sería afirmar lo contrario, en la inspiración de la noche. En las musas que habitan en una madrugada tranquila, humeante y 'on the rocks'. Pese a que la canción está basada, según cuenta él mismo, en una historia familiar, el ruido también inspira a cada vez más vecinos de la Región de Murcia para llenar canciones, discos y discografías completas con adjetivos mucho menos benevolentes. El ruido no les deja ni dormir ni vivir.

«La agresión acústica es cada vez mayor y la defensa del ciudadano es cada vez menor. No faltan las normas, lo que que pasa es que no se cumplen». Quien habla es Adolfo López, representante en la Comunidad Autónoma de Murcia de la Asociación de Juristas contra el Ruido, la principal organización -junto a No Más Ruidos- en la defensa de las víctimas de estos «delitos medioambientales», según las palabras de este abogado murciano. «El Tribunal Europeo de Derechos Humanos demostró que la intromisión del ruido en tu casa de esta manera, a niveles superiores a lo permitido, es una violación del domicilio. No es necesario que te rompan la puerta de una patada y se meta un señor en tu casa. Si unas ondas se cuelan en tu dormitorio, no te permiten dormir y te sacan de tus casillas, también es una invasión y una violación del domicilio».

Entre estas dos asociaciones, el Defensor del Pueblo y la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos recibieron, sólo el año pasado, 450 denuncias de ciudadanos de la Región -a más de una demanda por día- que sintieron, y siguen sintiendo, que el ruido viola su domicilio. Su intimidad. Su vida. Y lo seguirán sintiendo, seguro y para su desgracia, este año y el que viene, porque según los datos de la Asociación de Juristas contra el Ruido, «lo mínimo que dura el proceso desde que un vecino denuncia un problema de este tipo hasta que la Administración actúa con algún resultado es de tres años en el mejor de los casos, pero hay situaciones en las que la solución no ha llegado hasta 10 o 15 años después». Quizá el caso más relevante en la Región hasta el momento sea el de los propietarios de dos locales de copas de Archena que fueron condenados a dos años de prisión en 2009 por un delito contra el medio ambiente y otro de lesiones por «la situación de permanente y continuada contaminación acústica, que ha supuesto un auténtico calvario» a seis vecinos de la calle Francisco Caravaca, según explicaba la sentencia, que obligó a los responsables a indemnizar a las víctimas con cantidades cercanas a los 60.000 euros. Los afectados llevaban 17 años interponiendo quejas y denuncias. La Justicia también ha dado la razón en los últimos tiempos a vecinos de Archena y de Jumilla, a los que sus respectivos ayuntamientos deberán pagar, si no lo han hecho ya, 24.000 euros «como consecuencia del silencio administrativo cuando el Consistorio fue requerido para acabar con las molestias que denunciaron los ciudadanos».

«Pasividad administrativa»

Con estas y otras muchas sentencias en la mano y tantos años de lucha y de «puertas cerradas» en las narices, la Asociación de Juristas contra el Ruido protesta, parece que con razón, por la «inactividad y pasividad» de las administraciones. El fiscal de Medio Ambiente del Tribunal Superior de Justicia de la Región de Murcia, José Luis Díaz Manzanera, apuntó en la misma línea hace justo un año, aunque con un serio toque de advertencia, asegurando que «las conductas prevaricadoras o por omisión de funcionarios públicos ante este tipo de delitos van en aumento».

Especialmente llamativo cuando hablamos de pasividad administrativa es el caso de Cabo de Palos. Dos compañeros de partido y buenos amigos, José Pablo Ruiz Abellán (Defensor del Pueblo) y Pilar Barreiro (alcaldesa de Cartagena), han tenido su primer roce institucional a cuenta del aluvión de quejas recibido en la zona de costa. El problema no es nuevo. Gente que está de fiesta y vecinos que no pueden dormir. El cuento de nunca acabar.

Tal y como publicó 'La Verdad', el Defensor se dirigió por primera vez al Ayuntamiento el 5 de octubre de 2009 para que, en el plazo de un mes, le informara sobre su actuación respecto a la petición ciudadana del verano de 2004 de declarar una parte de Cabo de Palos Zona Acústica Saturada. Al ver que tampoco a él le contestaba, el 9 de diciembre volvió a requerir la información. Esa vez, dio un plazo de quince días. Por tercera vez, el 10 de marzo de 2010 el Defensor escribió de nuevo al Ayuntamiento para reclamar el informe, y de nuevo le dio quince días. El nuevo silencio desde el consistorio llevó al Alto Comisionado a solicitar por cuarta vez en seis meses el informe, si bien en esa ocasión, el 20 de abril, lo hizo por teléfono y fijó el periodo de contestación en cinco días. El esfuerzo fue en vano. Ni a la cuarta las autoridades municipales respondieron. Así que Ruiz Abellán les recordó por escrito que el artículo 27 de la Ley 6/2008, de 20 de noviembre, del Defensor del Pueblo de la Región de Murcia prevé que en el informe anual de esta institución se puede recoger que una administración ha tenido hacia él una actitud «hostil o entorpecedora». El Ayuntamiento reaccionó y el 4 de octubre el Defensor recibió una respuesta, si bien fue un «escueto informe», con una «sucinta» lista de los locales de la zona de Cabo de Palos en cuestión.

Barreiro, poco después, dijo no tener constancia de que el consistorio tardara un año en contestarle y aseguró que «me gustaría que todos supiéramos cuáles son nuestras competencias y cuál es la autonomía de cada institución» tras recibir la recomendación de evaluar la conveniencia de limitar el ruido en Cabo de Palos por la acumulación de trece locales de ocio y hostelería en tres calles. Entre unas cosas y otras, los vecinos llevan soportando noches de insomnio forzado desde hace muchos años. Sin solución de continuidad.

El último dato conocido en el municipio es que el Ayuntamento de Cartagena deberá indemnizar con 5.000 euros a un vecino del Barrio Peral, después de que el Tribunal Superior de Justicia de Murcia considerara que el consistorio hiciera «dejación de funciones» al no velar por el cumplimiento de la normativa en cuanto a horario de cierre y nivel de ruidos.

Pero el ruido no es sólo cosa de bares, aunque sean la causa principal de las demandas. Según destaca Adolfo López, hasta la asociación han llegado quejas «por las campanas de una parroquia en Cieza -una demanda que prosperó-, por el ruido de un horno panadería en Bullas, dos lavaderos de vehículos en Santomera o unas obras municipales en San Pedro del Pinatar. En Alquerías, en Murcia, estamos luchando para que cambien de ubicación la celebración de las fiestas patronales, que se instalan al lado de una vivienda y el propietario no puede vivir durante un mes». La procedencia de las denuncias es variada: Cartagena, Archena, Fortuna, Abanilla... Sin embargo, para López es especialmente irritante la actitud del Ayuntamiento de Murcia en lo referente a la concesión del contrato a la empresa de limpieza viaria y recogida de basura Cespa. Según el letrado, en el pliego de condiciones se especificaba que los vehículos que acometían las tareas nocturnas tenían que ser silenciosos. Cuatro meses después de la adjudicación del contrato, «los camiones siguen haciendo el mismo ruido que antes. No ha cambiado nada. Los 50 decibelios no salen de la habitación cuando pasan limpiando las calles y no le cuento cuando vacían los contenedores de basura o los de vidrio», señala López, que apunta al Defensor del Pueblo y a la Fiscalía de Medio Ambiente como «las únicas instituciones que se mueven en defensa de los intereses de los afectados».

Sin ir más lejos, el Defensor deja claro en su último informe que los 45 ayuntamientos de la Región y la Comunidad Autónoma permiten niveles de ruido superiores a los establecidos por la ley nacional, y pide a las administraciones autonómica y local que adapten sus normativas. La última vez que el Gobierno regional legisló sobre este tema fue en 1998. Fijó en 40 el número de decibelios soportables en el interior de las viviendas durante el horario nocturno, y desde entonces no ha actualizado esa cifra.

Terrazas y tabaco

Sin embargo, el problema del ruido incrustado en viviendas de vecinos con ganas de dormir no está lejos de resolverse tras tantos años de lucha. Más bien al contrario. Según destaca el abogado Adolfo López, la entrada en vigor de la Ley Antitabaco va a suponer un «aluvión» de denuncias en este sentido. «De hecho, ya estamos recogiendo demandas». La prohibición de fumar en el interior de bares, restaurantes y discotecas ha provocado que muchos locales opten por colocar terrazas o incluso monten mesas y sillas altas en el exterior, en muchos casos sin permiso, para que los clientes puedan fumar. «Eso provoca jaleo en la puerta de los bares y en la calle durante toda la noche y molestias importantes a los vecinos de los inmuebles. Sobre las terrazas estamos recibiendo denuncias porque se están incumpliendo horarios sistemáticamente y el número de sillas supera ampliamente el permitido en las licencias -en un bar de debajo de mi casa tienen permiso para 22 y han puesto más de 60-, con lo que se ocupa de forma abusiva la vía pública y el ruido y el bullicio se multiplica. Sólo buscamos un uso moderado de la actividad y un respeto para los vecinos que quieren descansar y que no se quieren ir de su casa a la fuerza».

Los efectos de la Ley Antitabaco en la 'invasión' de la calle por parte de los fumadores están a la vista de todos, y la proliferación de las terrazas también. Según las estimaciones del sector, más de cien hosteleros del municipio de Murcia han solicitado en lo que llevamos de año la licencia para la instalación de una terraza, lo que no quiere decir que se hayan concedido esas cien, según las mismas fuentes. Para Adolfo López, «conseguir esa licencia no es tan sencillo ni tan rápido, pero lo cierto es que hay muchas terrazas nuevas, por las que los ayuntamientos cobran unas jugosas tasas, y estamos estudiando la legalidad de muchas de ellas». Más madera a una situación que ya echaba humo desde hace tiempo. El ruido de denuncias se hace aún más ensordecedor y amenaza con reventar los cristales.

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