Valencia
Los medidores sonoros han superado una veintena de veces en un mes los límites mientras que el año pasado la media era sólo de cinco
Las Provincias - 04.04.11 - PACO MORENO | VALENCIA.
Los medidores sonoros han superado una veintena de veces en un mes los límites mientras que el año pasado la media era sólo de cinco
Más gente en la calle, más ruido. La modificación de la ley antitabaco el pasado enero ha tenido otro efecto que reducir la venta de cigarrillos. A pesar de que hay menos fumadores, los que quedan no tienen otra que salir a la terraza del bar o puerta del pub para encender un pitillo, lo que ha disparado las mediciones de los sonómetros del Ayuntamiento.
Ya lo avanzó la concejala de Sanidad, Lourdes Bernal, cuando dijo a finales de febrero que la prohibición de fumar en los locales supondría un problema para la contaminación acústica. Entonces envió una carta al Ministerio de Sanidad expondiendo el problema, que hoy sigue sin respuesta, indicaron fuentes municipales.
Los sonómetros están repartidos en zonas como el Carmen, la avenida de Aragón, Juan Llorens, plaza de Cánovas o el barrio de San José. Se trata de dispositivos móviles que se cambian para ofrecer a los técnicos un mapa completo del ruido en la ciudad. En cifras, la ordenanza prevé que en barrios residenciales no se supere por la noche los 45 decibelios, mientras que para las zonas donde predominen los centros comerciales se puede llegar a los 55 decibelios. El mínimo se sitúa en el entorno de hospitales, con 35 decibelios, y el máximo en los polígonos industriales, con 60 decibelios. En todos los casos, el tope durante las horas diurnas está en diez decibelios más.
Con esas referencias, la mayor presencia de personas en las calles, principalmente en terrazas, ha hecho que "se superen mucho más que el año pasado". Si un medidor registraba antes cinco veces al mes cifras más altas de las permitidas en la ordenanza, ahora se trata de "hasta 17 ó 19 veces en el mismo periodo".
El Ayuntamiento trabaja desde enero en la evolución de estos registros, para contar con más argumentos de cara a una posible respuesta del Ministerio. Un problema añadido es que la ordenanza contra el ruido dice que se puede declarar zona acústicamente saturada si se sobrepasan los límites dos veces por semana durante tres consecutivas, o tres alternas en un plazo de 35 días naturales y en más de 20 decibelios.
Esto supone la obligación del Consistorio de reducir el ruido con medidas como cortes de tráfico, restricciones a la apertura de nuevos locales de ocio y lo que más temen los hosteleros, reducciones en los horarios de terrazas y locales. Cualquier asociación de vecinos puede pedir que se instalen los sonómetros municipales o hacer su propio estudio.
De ahí la importancia de aminorar los efectos de la ley antitabaco, que han distorsionado por completo lo que hasta ahora era ingredientes del ruido como el tráfico, el botellón o la saturación de locales de ocio, que genera gran movimiento de personas en las calles.
La propia Bernal lo dice en la carta enviada al Ministerio, cuando recuerda que la "prohibición de fumar en locales cerrados ha olvidado preveer las medidas con las que paliar determinados efectos colaterales, entre los que destaca el derecho al descanso de los vecinos y la protección en materia de contaminación acústica.
La Ley del Tabaco aumenta notablemente la contaminación acústica en Valencia
Gente Valencia - 04. Abr, 2011
A la ciudad con mayor contaminación lumínica de la Unión Europea se le suma ahora la contaminación acústica, de la que ha sido siempre una de las peor valoradas. Desde la puesta en marcha de la reforma de la Ley del Tabaco el pasado 1 de enero, las calles se han ido poco a poco llenando de ruido según el buen tiempo ha permitido permanecer en estas. Como era de esperar, tras la primera semana de primavera en nuestro clima, las cifras de contaminación acústica ya son preocupantes.
Mapa de ruido
Para la ciudad de Valencia existe una ordenanza que trata de controlar el ruido que hay en las calles. Para ello, la ciudad dispone de sonómetros móviles que se mueven con tal de mapear el terreno sobre todo por los barrios de Aragón, Cánovas, el Carmen o San José.
Valores límite
El límite lo marcan los polígonos industriales, donde los valores pueden alcanzar los 70 decibelios durante el día. Le siguen los centros comerciales y las calles de tiendas, con un 65, las zonas residenciales con 55 decibelios y el mínimo que ha de darse en los entornos hospitalarios con un máximo de 45 decibelios. Esto son los valores diurnos. Durante la noche hay que restar 10 puntos el límite de ruido en la ciudad.
Cifras preocupantes
Según publica hoy el diario Las Provincias durante el último mes, si en una zona el límite se superaba unas cinco veces de media al mes, se ha llegado a superar hasta en 19 ocasiones los límites máximos de medición.
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