El Defensor del Pueblo recomienda limitar los ruidos en Cabo de Palos
La Verdad - 14.03.11 - JOSÉ ALBERTO GONZÁLEZ | CARTAGENA.
El Defensor del Pueblo de la Región de Murcia, José Pablo Ruiz Abellán, ha emitido una resolución en la que aconseja al Ayuntamiento de Cartagena que declare Cabo de Palos «zona acústica saturada», a la vista del número de locales productores de contaminación acústica. En alusión a bares y pubs, el Alto Comisionado de la Asamblea Regional recuerda que se trata de una posibilidad incluida en la Ordenanza Municipal Sobre Protección del Medio Ambiente Contra Ruidos y Vibraciones, que podría llevar aparejado el cierre provisional de establecimientos.
En su recomendación escrita, de 20 de diciembre de 2010 y a la que ha tenido acceso 'La Verdad', el Defensor pide a las autoridades municipales que adopten los mecanismos legales y técnicos para verificar «la existencia de niveles de ruido no permitido». En caso de que se dé tal situación, añade, deberían ordenarse «de forma inmediata la adopción de las medidas oportunas» para que los locales «cesen en la producción» del ruido. «Esto debería conseguirse», apunta José Pablo Ruiz Abellán, «incluso procediendo al cierre del local hasta que cumpla con la normativa».
El Defensor enmarca su petición en la queja de un ciudadano que el 6 de agosto de 2009 le comunicó que el Ayuntamiento había hecho oídos sordos a una petición avalada por más de 400 firmas para declarar un conjunto de calles de Cabo de Palos como Zona Acústica Saturada (ZAS). La solicitud, dirigida a la Alcaldía, llevaba sin contestar casi cinco años. En concreto, desde el 13 de septiembre de 2004.
El Alto Comisionado, que se dirigió por primera vez al Ayuntamiento el 5 de octubre de 2009 y no recibió respuesta hasta el 4 de octubre del año siguiente, concluyó en diciembre pasado que el hecho de que haya «trece establecimientos hosteleros, muchos de ellos con actividad de bar con música, en tres calles aledañas, no puede sino apelar a al responsabilidad del Consistorio». Éste debe «estudiar la conveniencia de aplicar el régimen previsto para las zonas acústicas saturadas en su ordenanza reguladora, previa su declaración por el Pleno».
En concreto, cita el artículo 26.1 del texto, del año 2002, a propósito de que la elevada contaminación acústica «debido a la existencia de numerosos locales de espectáculos, establecimientos públicos y actividades recreativas» supone «una acusada agresión a los ciudadanos» y exige «especiales medidas» para preservar la calidad de vida de los residentes.
A través de un portavoz municipal, el concejal de Desarrollo Sostenible, Isaías Camarzarana, se limitó a decir que esta semana tenía previsto abordar la situación con técnicos de su departamento.
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