NUEVO: REVISION 2013 MAPA RUIDOS CASTELLON

Está a exposición pública la revisión del plan acústico municipal de 2007. Consulta los documentos pinchando en este enlace.

domingo, 1 de mayo de 2011

Benalmádena. A los tribunales para resolver el problema de ruido nocturno en Puerto Marina.

CostadelSol

El ruido en Puerto Marina retumba en los tribunales

Una treintena de vecinos demanda al Ayuntamiento de Benalmádena por la contaminación acústica procedente de los pubs

Diario Sur - 01.05.11 - FRANCISCO JIMÉNEZ pjimenez@diariosur.es | BENALMÁDENA.

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Las viviendas y locales comerciales comparten espacio en el puerto deportivo de Benalmádena. :: SUR

No hay vuelta atrás. Finalmente, será la justicia la que tenga que pronunciarse sobre los problemas de ruido que históricamente vienen padeciendo los vecinos de Puerto Marina, una de las principales zonas de ocio de la Costa del Sol, pero también uno de los puntos más conflictivos a la hora de conciliar el derecho al descanso en las viviendas con la actividad de los bares de copas y el trasiego continuo de jóvenes con ganas de pasarlo bien hasta altas horas de la madrugada. A juicio de una treintena de residentes de este enclave de Benalmádena, el gran responsable es el Ayuntamiento por no haber aplicado un control más exhaustivo en el cumplimiento de los horarios de cierre, la insonorización de los locales o la prohibición de los altavoces en el exterior, de ahí que hayan cumplido su amenaza interponiendo una demanda contra la Administración local en la que exigen la adopción de medidas que minimicen las molestias generadas por el exceso de decibelios.

De momento, el Consistorio ya ha tenido que remitir al juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 2 de Málaga toda la documentación requerida sobre los pasos dados hasta ahora para erradicar el problema, expediente al que el ente municipal ha incluido el decreto de cierre de varios locales. Los demandantes aseguran que no pretenden el cierre de los establecimientos, pero sí que se cumpla la legislación y que el Ayuntamiento ejerza sus funciones de regulación y control.

Para ello, cuentan con los servicios del abogado que llevó el caso de los 18 vecinos de Torre del Mar a los que el Tribunal Supremo dio la razón en julio de 2008 condenando al Consistorio de Vélez-Málaga a indemnizarles con 156.000 euros a cada uno, la mayor sanción de España por contaminación acústica en zonas de ocio. «Estamos dispuestos a llegar hasta el final, hasta donde sea necesario», advierte Milagros Alonso, cuyo apartamento se encuentra justo encima de una discoteca. Erigida en representante del resto de afectados, esta vecina refleja el cansancio de este grupo de residentes ante un problema que, de momento, no han sabido o podido resolver ninguno de los tres alcaldes que lo han abordado (el independiente Enrique Bolín, el socialista Javier Carnero y actualmente, el popular Enrique Moya). «En los últimos años hemos escuchado buenas palabras pero nadie ha dado una solución», recalca Alonso, que insiste en desmarcar el asunto de tintes políticos. «Lo único que deseamos es que se ponga fin a esta situación, independientemente del partido político que gobierne», recalca.

Mediciones

Para que estas quejas no cayeran en saco roto ni se achacaran a algo subjetivo, los demandantes han aportado una medición de los niveles de ruido llevada a cabo en varios apartamentos por técnicos de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta la noche del 18 de agosto de 2010, un miércoles, en la que se alcanzaron los 68 decibelios ponderados en A (corrección que se aplica al nivel de presión del sonido para acercarse más a la realidad auditiva y que consiste en suprimir parte de las bajas y muy altas frecuencias ), superando el límite de inmisión (ruido en el interior) establecido en 64,6 para esta situación concreta.

Eso fue el pasado verano, pero según aseguran, es algo «demasiado habitual». El último capítulo de esta «pesadilla» que les impide conciliar el sueño se ha escrito en Semana Santa, aunque la escena se repite cada fin de semana, como lo demuestran las continuas llamadas de vecinos a la Policía Local para que intervenga. El cóctel compuesto por la crisis, el paulatino deterioro de la zona y el cierre de algunos locales ha mermado la contaminación, aunque la situación amenaza con ir a más con la llegada del buen tiempo y la consiguiente mayor afluencia de turistas. Grandes expectativas para los empresarios, pero malos augurios para quienes intentan dormir unos metros más arriba.

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