Denuncia al alcalde por el ruido que hace un puente
Ha esperado cinco años en los que no ha dejado de protestar al ver como muchos clientes de su hotel se iban por no poder dormir a causa del ruido que provocan las pasarelas metálicas con las que se amplió un puente. Ahora Jordi Guillem dice que pondrá una querella contra el alcalde de Calafell ya que no solucionar el problema
Diari de Tarragona - 06/05/2011 - JOSÉ M. BASELGA
Las planchas metálicas que se han colocado retumban cuando alguien pasa corriendo, con tacones o patinando. - JMB
Al pasar con zapatos de tacón la estructura metálica del puente de Segur de Calafell retumba con gran estruendo. «Pues imagina cuando pasa alguien patinando o por la noche pasan corriendo o se ponen a saltar para hacer ruido», explica Jordi Guillem, propietario del Hotel Lleida, que queda justo debajo del puente.
El puente permite salvar la vía del tren en Segur de Calafell. Los peatones tenían que compartir la calzada con los vehículos y para ganar en seguridad el Ayuntamiento añadió unas pasarelas peatonales. Pero al ser metálicas producen un gran estruendo que no deja descansar a los vecinos, y en el caso del hotel afecta al negocio.
El Vía Crucis de Guillem con el puente comenzó en 2007 con escritos e instancias al Ayuntamiento pidiendo una solución sin que recibiese respuesta. Las solicitudes de ayuda fueron desatendidas e incluso el propio Síndic de Greuges instó al Ayuntamiento a que resolviese el problema de los ruidos.
«El Ayuntamiento contestó al Síndic que ya se habían tomado medidas, lo que era falso», explica Guillem. Hasta el punto que este mismo año el Síndic ha vuelto a pedir al Consistorio que se tomen las medidas oportunas de manera prioritaria.
Cerrar habitaciones
Se acerca el verano y el propietario del hotel teme tener que volver a cerrar habitaciones por la proximidad del puente. «El Ayuntamiento dice que no tiene dinero, pero hacen un carril bici que tendrán que cambiar por no hacer caso a los informes o compran un local en el puerto cuando ya tienen otros doce vacíos».
El empresario hotelero ha anunciado que pondrá una querella contra el alcalde de Calafell, Jordi Sánchez, por no proteger sus derechos. Además de los daños económicos que le ha causado, la jurisprudencia señala que el ruido atenta contra los derechos fundamentales a la integridad física y moral, a la intimidad personal y familiar y a la inviolabilidad del domicilio. Y son las administraciones quien deben velar por su cumplimiento.
Guillem apunta que cuando el puente no tenía las pasarelas metálicas no existía el problema. «Es una situación que ha generado el Ayuntamiento y es él quien debe solucionarlo. No puede hacerse una obra que perjudique a los particulares». Diversos vecinos también han mostrado sus quejas por el ruido que deben soportar.
El puente es usado por muchos vecinos y en los meses de verano es un paso constante incluso a altas horas de noche y la madrugada.
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