Valencia
Multan a una cafetería con 13.500 euros por tener el televisor con un volumen excesivo
La primera sanción fue catalogada como grave por el Ayuntamiento y luego se confirmó la ausencia de una auditoría acústica
Las Provincias - 31.05.11 - P. MORENO/J. AGUADÉ | VALENCIA.
La propietaria del local presuntamente denunciado, ayer en la barra. / Juan José Monzó
La dueña del local que indica el Ayuntamiento afirma que no ha sido multada por ruidos
El aumento de las denuncias ha obligado a promover una brigada de intervención rápida
Dos multas que suman 13.501 euros. Esa es la astronómica cantidad que debe afrontar una cafetería de Valencia. El motivo es, indicaron ayer fuentes municipales, las sanciones tramitadas a causa del excesivo volumen detectado en el televisor del local.
La junta de gobierno dio cuenta el pasado viernes de una sentencia favorable al Ayuntamiento sobre este asunto. La propiedad había presentado un recurso por lo contencioso contra el pago de las multas, que fue desestimado por la sala. Las mismas fuentes apuntaron que no hay constancia de que se haya presentado otro.
La propietaria del local dijo ayer a LAS PROVINCIAS que no sabía nada del tema y mostraba su sorpresa ante la información que se le ofrecía. «A mí no me han puesto ninguna denuncia por ruido de la televisión», expresaba segura. Lo que sí reconocía es que hace «más de un año» una vecina reclamó que la televisión hacía mucho ruido y tuvo una inspección. Insonorizó el local y «cambié la televisión de sitio y la vecina ya no se ha vuelto a quejar de los ruidos». Sostiene que la relación con la vecina del primer piso que puso la reclamación ahora es «buena y ya no se queja porque cambiamos la televisión de lugar al otro lado del bar e insonorizamos todo el techo».
Ante estas declaraciones, este periódico consultó de nuevo con el Ayuntamiento, que ratificó la dirección del local sancionado con la millonaria multa, en una calle junto a la avenida Peris y Valero. Salvo error municipal, corresponde al bar en cuestión.
La propietaria se extrañaba de que fuera ella la sancionada porque manifestaba que nunca «he recibido una multa del Ayuntamiento». Cuando se le preguntaba qué la parecía la sanción de 13.500 euros por el ruido de la televisión exclamó «¡Eso es mucho!», y dijo que no sabría cómo afrontar la multa si al final es ella la que la tiene que abonarla al Ayuntamiento.
El bar denunciado tiene licencia sin ambientación musical. «Primero hubo varias denuncias vecinales, tras lo que se realizaron mediciones». Estas fueron negativas para el local, al sobrepasar en 14,5 decibelios el máximo permitido por la ordenanza contra el ruido. una sanción leve hubiera sido un incremento inferior a seis decibelios.
La cifra suponía una sanción grave, de entre 601 y 6.000 euros. Las mismas fuentes apuntaron que la decisión fue tramitar una multa de 2.001 euros. «Después se produjo otra por reincidente» y ahí fue la sorpresa al caer ya en el ámbito de las competencias de la Generalitat. La segunda ascendió nada más y nada menos que a 11.500 euros. En el expediente municipal figura que no se aportó «la auditoría acústica requerida, que es obligatoria».
La ordenanza contra la contaminación acústica fue aprobada en mayo de 2008, aunque luego fue modificada a causa de una sentencia del Tribunal Superior, en enero de este mismo año. Se trata de una de las normativas que se aplica con más frecuencia en la actualidad en el apartado de multas, sólo por debajo de las de tráfico y similar en número a la de limpieza.
No en vano, la alcaldesa Rita Barberá anunció en la pasada campaña electoral la creación este mandato de una brigada de intervención rápida, una iniciativa parecida a la de reparaciones en la calle en menos de 72 horas.
Se trata, según comentó, de dar una respuesta rápida a las denuncias vecinales, con la colocación de sonómetros y la resolución de conflictos generados en su mayor parte por locales de ocio, maquinaria industrial y otras actividades.
La ordenanza detalla los requisitos que debe tener un local de ocio, aunque una reciente modificación de la Ley de Espectáculos establece la opción de una licencia híbrida entre un bar y un pub, lo que facilita una ampliación de horario de las terrazas.
Esta alternativa ya ha sido denunciada por asociaciones vecinales de cuatro barrios, aquellas zonas de la ciudad donde hay ordenanzas específicas de horarios. Otro factor a tener en cuenta para la creación de la brigada de atención rápida es el incremento del ruido nocturno por la ley antitabaco.
La ampliación de la legislación prohíbe que se fume en cualquier local. De ahí la razón de que los clientes salgan a la calle y, además, se utilice mucho más las terrazas. La concejala de Sanidad, Lourdes Bernal, ha enviado incluso una carta al Ministerio de Sanidad para que sean conocedores de esta consecuencia de la ley, que redunda en perjuicio de los vecinos por la contaminación acústica.
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