Denuncian que pubs del centro burlan los horarios al trabajar a puerta cerrada
Vecinos del entorno de Rosalía de Castro dicen que no respetan la ley y que aumenta el ruido nocturno
La Voz de Galicia - 10/4/2011 - María Jesús Fuente – Vigo
Los vecinos del entorno de Rosalía de Castro volverán a la carga en los próximos días con la colocación de carteles de color verde fosforito en los edificios para protestar por el ruido nocturno producido en los locales de copas.
Desde la Asociación Viguesa contra el Ruido denuncian que se burla el horario de cierre nocturno establecido. Unas veces, dicen, se hace abiertamente, y otras, con el cierre aparente del local, aunque manteniendo la clientela en el interior. Esta fórmula, cada vez más extendida, da lugar a que la contaminación acústica se extienda hasta altas horas de la madrugada, sin ningún tipo de control.
Tabaco
Es más, ya hay quien relaciona la proliferación de la actividad a puerta cerrada con la ley antitabaco al tener constancia de que algunos bares cierran sus puertas para permitir que fumen los clientes.
La asociación viguesa reclama una vez más que se reúna la comisión de ruidos y desconoce qué motivos le llevan al Concello a eludir esta obligación.
Explica que la situación es la misma que antes de implantarse las ZAS (Zona Acústica Saturada), una norma que, a su juicio, debería estar sujeta a revisión cada cierto tiempo para incorporar más detalles en caso de ser necesario.
«La tendencia es al incumplimiento del horario; apagan la luz, cierran, y la fiesta sigue dentro con ruido; es una práctica habitual», comenta el secretario de la entidad, Jacobo Izquierdo. Por eso, reclama que la vigilancia policial se haga a pie y no en coche, como sucede en la actualidad. Cree que de esa forma sería más fácil detectar ese tipo de infracciones, que con los vehículos pasan desapercibidas.
Botellón
En opinión de la Asociación Viguesa contra el Ruido, siempre se ha hecho más caso al tema del botellón que al de los locales de copas. Lo demuestra que en cuanto han protestado los vecinos de la calle Chao se ha ampliado la normativa contra el botellón en el Casco Vello.
Los residentes en el entorno de Rosalía de Castro han solicitado en varias ocasiones que se elimine esta práctica en la plaza de la Estrella y Montero Ríos, donde cada fin de semana acuden en torno a dos mil personas.
El problema en este caso no es solo el botellón en sí, sino las oleadas de personas que provoca al terminar de madrugada, cuando los jóvenes se dirigen a los locales de copas.
Para la asociación, es increíble que a estas alturas aún no esté regulada la contaminación acústica de forma real, y no teórica, que es como se ha hecho hasta ahora. De hecho este es uno de los problemas que más han traído de cabeza a los sucesivos responsables locales.
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